El entonces Príncipe don Juan Carlos, en funciones de Jefe de estado, sorpresivamente, ordena la salida inmediata de todas las tropas de la provincia española del Sáhara ante un grupo de marroquíes desarmados que, a las órdenes de su monarca, Hassan II, deseaban apoderarse de un territorio que jamás fue suyo.
Cede, así, más de la tercera parte del territorio español a potencias enemigas sin que éstas tengan que pegar un tiro.
Las cortes franquistas de la época, obedientes a los deseos del actual monarca, aprobaron por casi unanimidad la cesión de la administración de esas tierras españolas a Marruecos y Mauritania. Los "machotes", "aguerridos" y "patriotas" franquistas no pusieron obstáculo alguno en dejar abandonados a todos los españoles saharauis.
Atrás quedaron, desamparados, miles y miles de saharauis que tenían -y mantienen- nacionalidad española. Incluso hoy en día, conservan el idioma español y acuñan como moneda la peseta -la peseta saharaui.
El Rey de España jamás ha dado explicación alguna de su acción.
Empieza así, un período en el que, a cambio de un simulacro democrático que se reduce a un voto cada cuatro años, sin referendos vinculantes, proporcionalidad de voto ni votación directa sobre la forma de Estado (República o Monarquía perpetua), el trono queda firmemente asentado en España y, a la vez, se inicia un proceso de tímida desmembración de la misma, en forma de 17 autonomías, algunas de las cuales piden la separación de España.
La pérdida progresiva de gran parte del territorio español, no acabó, pues, con el regalo de nuestro Sáhara...
Año 2001:
El entonces secretario general del PSOE, Rodríguez Zapatero, visitó y se reunió con el rey de Marruecos Mohamed VI en su despacho. Zapatero aceptó sentarse en una sala en la que el mapa de Marruecos se anexionaba Ceuta, Melilla y las Islas Canarias. "Curiosamente", en aquella vergonzosa y rastrera entrevista, iba acompañado de Trinidad Jiménez, la recién nombrada hace unas semanas ministra de Asuntos Exteriores, cuyo cambio de opinión respecto a la postura que España debía adoptar en relación con los saharauis puede verse en mi artículo anterior sobre el tema (pulse aquí):
Desde hace años, Marruecos ha provocado constantemente a España, retirando a su embajador en nuestro país, boicoteando la frontera con Ceuta y Melilla, riéndose de las mujeres policía de la frontera melillense, despreciando a nuestra actual ministra de Asuntos Exteriores por el mero hecho de ser mujer (a la misma a la que no puso ningún obstáculo en recibir junto a Zapatero para fotografiarlos junto al mapa de la traición...), golpeando a ciudadanos españoles...
...y, actualmente, arrestando e incluso asesinando a ciudadanos españoles saharauis.
Ni el Rey ni él han realizado ninguna declaración ni ejercido ninguna acción contundente al respecto.
Zapatero, por otra parte, ha acelerado el proceso de desmembración de España intentando dar a Cataluña "todo lo que quieran los catalanes" y dándoselo, sin tapujos, al separatismo vasco.
Por eso, y sólo por eso, no nos extraña que el uno dijera del otro... (pulse aquí).
Extraído de El Filóloco
No hay comentarios:
Publicar un comentario