Los rumanos, los extranjeros más numerosos de la región (218.184 personas), han ‘conquistado’ el Corredor del Henares, el sureste de la comunidad y el cinturón de ciudades dormitorio del sur. Su presencia en el Corredor se remonta a la década de los noventa: "Los pioneros que llegaban a Madrid entraban por Alcalá, la puerta natural de la región desde Europa. Primero formaron una pequeña colonia y los que vinieron después se asentaron allí porque encontraban lazos en común con ellos", explica Gheorghe Gainar, vicepresidente de la Federación de Emigrantes Rumanos (Fedrom) y habitante de Alcalá.
Redes y lazos familiares
"Los inmigrantes en general se suelen establecer donde hay redes o vínculos, familiares o conocidos de su lugar de origen. Funciona mucho el efecto llamada. Aunque hay otros factores, como el acceso a la vivienda, el modelo productivo de cada pueblo, la proximidad al trabajo o el poder adquisitivo", añade Juan Carlos Rois, presidente de la asociación de inmigrantes Aesco.
De ahí que los marroquíes, un pueblo vinculado a trabajos agrícolas, sean mayoría en el suroeste. "En esta zona hay una fuerte demanda no cubierta por españoles en el sector de la agricultura y la construcción", explica el director de Inmigración, Pablo Gómez-Tavira. Se asientan en la riberas de los ríos Tajo, Guadarrama y Alberche, donde sobreviven algunos campos de cultivo.
Mientras, los latinos se han hecho fuertes en la capital y alrededores, "donde hay oferta de trabajo en hostelería y servicios, y vivienda más barata, sobre todo entre los ecuatorianos", según Rois. Caso aparte es el de los bolivianos: son mayoría en ciudades residenciales del oeste con alto nivel de renta debido a que "las mujeres de ese país se dedican al servicio doméstico en urbanizaciones adineradas, y los hombres, a la construcción", añade el experto. Mientras, los colombianos optan por las industrias de la periferia norte y los peruanos, "que ya han conseguido estabilidad en España, se concentran en zonas nuevas" como Tres Cantos.
En cuanto a la sierra norte, está copada por ciudadanos de la Unión Europea: franceses, alemanes, ingleses y polacos, "con más poder adquisitivo, vienen a Madrid para retirarse al llegarles la jubilación y compran chalés de la sierra en busca de tranquilidad".
Los chinos, más desperdigados
Los ciudadanos originarios de China están entre los más numerosos de la región, con 44.673 empadronados. Sin embargo, no aparecen en el mapa de nacionalidades mayoritarias por municipios. Esta ausencia se debe a que los chinos, pese a su número, están más desperdigados por diferentes localidades. Donde sí se concentran es en el distrito de Usera y en el sur de Arganzuela, una zona ya conocida como el Chinatown madrileño.
Fuente: 20 Minutos
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