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No vamos a justificar ningún ataque como el sufrido por el Primer ministro italiano pero una cosa esta clara: se nos acaban los argumentos. Se nos acaban las razones de porque no atacar aquel o aquellos que llevan tanto tiempo atacándonos y exprimiéndonos. A otros por hacerles el juego permitiéndolo....
Muchos dirán que con este comportamiento como se cambian las cosas a mejor, pero llega algunos momentos de desesperación en la vida de algunos seres humanos en los que las circustancias les sobrepasan y que este tipo de actos (podriamos decir primarios) reconfortan bastante y relajan mucho.
Nos están viendo hasta donde podemos llegar y aguantar ataques, insultos y vejaciones continuas. Estamos solos, desunidos, no hay solidaridad ni entendimiento. No nos ayudamos y protegemos entre nosotros. Pero el ser humano cuando se siente acorralado e indefenso intenta sobrevivir como todo ser vivo y hace todo lo que esta en su mano.
A unos estas palabras les parecerá una tonteria, otros duermen en el calabozo aliviados.
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