(Pincha sobre la imagen para descargar el panfleto del FN francés contra la inseguridad)
Tras una polémica reunión presidida ayer por la tarde en el Elíseo por el presidente Nicolas Sarkozy, el ministro del Interior, Brice Hortefeux, anunció una batería de medidas destinadas a luchar contra la delincuencia en el seno de la comunidad gitana. La principal es el desmantelamiento en los próximos tres meses de 300 de los 600 campamentos ilegales que existen hoy en todo el país. Las asociaciones critican los términos represivos del gobierno y piden poder debatir sobre la situación de los casi 500.000 integrantes de esta comunidad en Francia.
Esta es la reacción del Gobierno a los episodios de violencia que han sacudido la ciudad de Saint-Aignan, en el departamento del centro de Francia de Loir-et-Cher, en los días que siguieron a la muerte de un joven gitano. Un control policial en la noche del viernes al sábado 18 de julio acabó, sin que se conozcan los detalles, en un tiroteo en el que perdió la vida uno de los ocupantes del vehículo, Luigi Duquenet, de 22 años. Durante todo el fin de semana siguiente se registraron graves incidentes en la ciudad, protagonizados por decenas de gitanos de la comunidad a la que pertenecía la víctima.
"Al día siguiente de los primeros incidentes pedí al Elíseo que nos recibiera", explicaba ayer a la televisión francesa, Alice Javuel, de la Asociación Nacional de Gente del Viaje Católica. "Porque tenemos una juventud que se rebela (...), se sienten tratados como infrahumanos", añadía. Finalmente, la semana pasada la presidencia anunció la convocatoria del encuentro de ayer para examinar los "problemas que provoca el comportamiento de algunos" entre la gente del viaje, como se conoce a los gitanos franceses, y los integrantes del pueblo rom, término que se utiliza en referencia a los de Europa del Este. Pero no participó ninguna asociación.
La principal medida anunciada por el Gobierno es el desmantelamiento en los próximos tres meses de unos 150 campamentos ilegales en todo el país, así como la expulsión "casi inmediata" de los gitanos extranjeros que hayan cometido algún delito. En paralelo, el titular del Interior manifestó su voluntad de acelerar la creación de "zonas de acogida" para la gente del viaje. En efecto, la legislación francesa estipula desde el año 2000 que las localidades con más de 5.000 habitantes tienen la obligación que poner a disposición de la comunidad gitana áreas para que puedan instalarse. Según las asociaciones, a finales de 2008 tan solo el 42% de las previstas por la ley existían. Hortefeux dijo ayer que el 68% de ellas contaban ya con la financiación necesaria.
Ayer por la mañana, representantes de la Unión Francesa de Asociaciones Gitanas pidieron de nuevo poder participar en la reunión y denunciaron lo que consideran una "declaración de guerra" por parte del Gobierno. Piden que se eliminen unas condiciones que consideran discriminatorias. En concreto denuncian una ley en vigor desde 1969 que obliga a cada gitano mayor de 16 años a disponer de una libreta que la policía debe supervisar cada año o cada tres meses, en función del tipo de recursos que tiene.
Los partidos de la oposición y las asociaciones de defensa de derechos humanos también han denunciado el amalgama hecho por el Gobierno entre la delincuencia y la comunidad gitana, e incluso entre los gitanos franceses y los extranjeros. La Liga Internacional Contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) ha criticado un "tratamiento étnico de la delincuencia", mientras que Amnistía Internacional ha advertido de que la reacción de Sarkozy no hará más que "perpetuar los estereotipos negativos" a los que están sometidos los gitanos.
Las autoridades francesas toman medidas drásticas en la lucha contra los delincuentes gitanos que llegan al país ilegalmente. La mitad de todos los campamentos ilegales de gitanos y nómadas orientales será desmantelada dentro de 3 meses en todo el territorio de Francia. En total en el país hay unos 300 campamentos y paraderos gitanos.
Según comunicó el ministro del interior Brice Hortefieux todos los gitanos implicados en cualquier tipo de infracción “serán inmediátamente” deportados a las fronteras de Rumania o Bulgaria de donde habitualmente llegan. A los campamentos que los gitanos hacen a lo largo de las carreteras serán enviados inspectores de impuestos para “controlar la situación de sus habitantes”. Con el fin de coordinar la lucha contra el crimen entre los gitanos se reforzará lla cooperación con la policía rumana.
El ministro del Interior, Brice Hortefeux, fue el encargado de anunciar las medidas adoptadas por el Ejecutivo, que además prevén un intercambio de policías con Rumanía, y el envío de diez inspectores del fisco para "controlar la situación" en algunos asentamientos, donde "muchos de nuestros compatriotas están sorprendidos de observar la cilindrada de ciertos vehículos".
Estas fueron las dos de una serie de resoluciones drásticas de la reunión convocada por el presidente francés Nicolas Sarkozy como reacción a los recientes acontecimientos violentos registrados, en el cantón de Saint Aignan en el centro del país. Los pasados 17 y 18 de julio se produjeron disturbios callejeros que culminaron con el ataque de medio centenar de gitanos armados de hachas al cuartel de la Gendarmería, después de que un joven de la misma etnia resultara muerto durante una persecución.
Según Jean-Michel Billon, alcalde de Saint-Aignan, los manifestantes incendiaron vehículos, derribaron árboles destrozaron semáforos, mobiliario urbano y una panadería y finalmente trataron de arremeter contra la gendarmería.
Los representantes de la comunidad gitana en Francia consideraron la convocación misma de una reunión especial y, aún más, la toma de decisiones drásticas sobre 'la cuestión gitana' como una explícita declaración de guerra. La oposición de izquierdas, también ha criticado el enfoque de Sarkozy. El Comité Europeo de Derechos Sociales y el Comité de Ministros del Consejo de Europa avisaron a la Presidencia gala de que sus actuaciones respecto a los gitanos, van en contra de la Carta social europea firmada en 1961 por Charles De Gaulle.
Luigi Duquenet, de 22 años, conductor de un automóvil, cuya muerte provocó los enfrentamientos. Fue perseguido luego de que se saltase un control de carretera e intentase escapar de la policía solo porque no quiso enseñar sus documentos que no estaban en regla. Murió por impacto de una bala de los agentes y en opinión de otros representantes de su comunidad, iguales incumplidores de las leyes como fue él, debería ser vengado.
Los representantes de la comunidad gitana en Francia estimaron dicha reunión especial como “declaración de guerra”. La oposición izquierdista ya ha manifestado dura crítica al gobierno por su actuación que consideran discriminatoria. El Comité Europeo de Derechos Sociales y el Comité de Ministros del Consejo de Europa ya avisaron a Francia que sus acciones en relación a los gitanos constituyen una violación de la Carta Social Europea.
Sarkozy tomó la iniciativa y recordó que “las leyes de la República se aplican al conjunto de las personas presentes en el territorio nacional, incluidas las poblaciones nómadas”.
Solicitó asimismo reanudar el “reenvío a la frontera de todos los nacionales de Europa oriental en situación irregular en Francia”. Por su parte, prometió que antes de fin de año, una reforma de la ley de Inmigración facilitará la puesta en marcha de medidas de alejamiento de esas personas por razones de orden público.
Fuente: Nuevo Orden
Estas y otras medidas ya las pedian el FN francés hace tiempo pero ha tenido que haber violencia y altercados para que las autoridades francesas tomaran cartas en el asunto. Si esto pasara en España nadie iba hacer nada, aunque violaran y masacraran a nuestros hijos y mujeres, no vaya a ser que piensen que somos racistas y que no los "comprendemos".
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