En un afán experimental, padres poco adultos consideran oportuno regalar a sus hijos una mascota. Así estimaran cómo avanza la evolución de responsabilidad del joven, todo ello acusado en los sentimientos de otro ser vivo, que no tiene más caché que el de tener dueño.
Todos sabemos que los niños tienen una ilusión momentánea, atrapan con fuerza un juguete, lo zarandean, aprietan, revolean, retoman, le dan una patada y adiós, a otra cosa. Despertad, un animal no es un juguete, no vale con ponerle pilas nuevas para que funcione. Estáis educando en la más absoluta y sádica inocencia. Consentís que vuestro hijo no se contente con nada, y no sólo eso, sino que estime oportuno, siempre que pueda, autosatisfacerse a pesar que otros sufran por ello, y ése no es el camino.
Por ello, os animamos a ser dignos tutores, a adoptar un animal que verdaderamente lo necesita, pues su vida depende de ello. A educar a los pequeños en el amor sincero, en la compasión, en el sacrificio y la adecuada responsabilidad. Así ellos sabrán que un perrito puede convertirse en su mejor amigo, y corresponderle como tal.
ESTAS NAVIDADES: ¡ADOPTA!
Sigue la campaña en http://adoptaanimalennavidad.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario