Con un sol radiante empezó a organizarse la cabecera de la manifestación en Alonso Martínez. Algunos decían que era el primer día del año en que por fin reía la primavera. Las cámaras y los micrófonos se contaban por decenas y rodeaban a los responsables falangistas. Nos consta que la repercusión informativa de esta convocatoria, que ha saltado más allá de nuestras fronteras, ha molestado profundamente en la calle Ferraz lo mismo que en la Génova.Y precisamente por esta calle discurrió la manifestación, que arrancó pasadas las 19:00 mientras aun llegaba público. Desde la cabecera hasta la parte final de la marcha, una distancia considerable llena por muchos patriotas que tuvieron un comportamiento tan ejemplar como siempre. Motivados y participativos, los manifestantes corearon lemas contra el sectarismo progre, exigieron una justicia independiente y reclamaron la dignidad, la memoria y el orgullo de todo el pueblo español en general (no solo de unos) y de los falangistas en particular.
Carteles improvisados con mensajes inoportunos para el poder, pancartas, banderas españolas y falangistas se pasearon por delante de la sede del Partido Popular. Los manifestantes dejaron claro que la presunta oposición, que en su día fue gobierno, es cómplice necesario con su cobardía inoperante y sus múltiples complejos.
Llegados a la Plaza de la Villa de París, justo entre la audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, comenzaron los discursos. Ignacio Menéndez fue el primero. Nuestro antiguo Secretario Nacional de Acción Política, hoy embarcado con su buffete de abogados en la defensa de nuestra Historia, tuvo un recuerdo irónico por momentos para los que durante los últimos tiempos han estado atacándonos.
La siguiente intervención fue el de Martín Ynestrillas, director de LA GRAN ESPERANZA, el programa de radio y tv por internet que da voz a La Falange. En un discurso vibrante y emotivo dejo claro que estamos preparados para, incluso ilegalizados, seguir adelante y en primera línea de la vida pública, en el centro del debate y en el ojo del huracán.
José Luis Jerez dio voz a la Hermandad Nacional de la Vieja Guardia en el acto. Abogado, profesor de Derecho, y uno de los mejores investigadores y escritores sobre la historia de La Falange, José Luis nos recordó elementos definitorios del carácter falangista.
Cerró el acto la intervención del Jefe Nacional de La Falange, Manuel Andrino. Subió ante el atril vestido con camisa azul, carente así de lo que llaman corrección política, sin concesiones a las poses que impone el “stablishment”. Hablo del pasado, del que es Historia y no capricho impuesto para ganar batallas y guerras con el rencor y la cobardía de quien no gano con las armas. También repasó con acierto la actualidad, el presente y futuro que queremos hacer sin miedo al pasado que usan para diluido el hambre de España.
Cuando ya atardecía los La Falange cantó su Cara al Sol. Unos pocos encontraron un momento para acercarse a la casa donde nació José Antonio Primo de Rivera y celebrar su cumpleaños ofreciendo las cinco rosas rituales.
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