Ese nuevo canal saldrá al aire el 11 de agosto y se llamará, probablemente, Córdoba, la capital del Califato (siglos X y XI) que los teólogos musulmanes añoran porque se corresponde con la época de mayor esplendor de su religión.
Su sede estará en Andalucía, en Granada o en Córdoba, aunque también dispondrá de una delegación en Brasil para elaborar algunos programas en portugués. El día de verano en que inicie sus emisiones coincidirá con el comienzo previsto del Ramadán, el mes de ayuno islámico.
El célebre jeque saudí Abdelaziz Al Fawzan ha anunciado hace unos días en varias páginas webs religiosas islámicas el nacimiento del nuevo canal.
Su cadena, precisó, podrá ser captada en toda América, en el norte de África y en el sur de Europa donde hay 700 millones de hispanoparlantes "de los que varios millones son musulmanes" y podrían mostrar interés en seguir sus emisiones.
Su programación apenas se diferenciará de las demás cadenas religiosas fomentadas por Arabia Saudí como Iqraa o Saudi Channel. Consistirá en sermones de ulemas (eruditos del islam), recitaciones del Corán, reportajes sobre los lugares santos, emisiones sobre la historia de la religión musulmana así como retransmisiones en directo desde La Meca.
Al Fawzan tiene experiencia en dar a conocer su religión. Es el director, entre otros cargos, de la web Risalat Al Islam (Mensaje del Islam) que divulga el islam en castellano.
Aunque, en teoría, Al Fawzan es un empresario septuagenario, además de teólogo, mantiene estrechas relaciones con la familia real saudí que costea sus proyectos audiovisuales. El jeque se identifica incluso, según sus detractores, con el ala más conservadora del wahabismo, la versión rigorista del islam que impera en Arabia Saudí.
Profesor de sharía (derecho islámico) en la Universidad Islámica del Imán Mohamed Ibn Saud, el jeque Al Fawzan lanza con frecuencia, en hora punta, soflamas en la televisión de su país. Arremete, por ejemplo, contra EE UU, cuyo colapso, "siguiendo la misma pauta que Rusia" en 1991, vaticinó a bombo y platillo en 2008.
Justifica, por supuesto, ante las cámaras que las mujeres tengan vedado conducir automóviles en Arabia Saudí, una interpretación ultra-rigorista del islam que no se aplica en ningún otro país musulmán.
Acusa también a los cristianos de politeísmo porque adoran a la Santísima Trinidad compuesta por el Hijo, el Padre y el Espíritu Santo. Preconiza, no obstante, mantener buenas relaciones con las demás religiones del Libro.
Aunque el jeque Al Fawzan es el promotor de la cadena, será su hijo treintañero el que la gestione. Para director general los Al Fawzan han contactado con el marroquí Said Jedidi, quien durante años presentó el telediario en español de la televisión pública de su país. Jedidi es ahora corresponsal en Rabat de una televisión mexicana.
Como en toda Europa -no así en el mundo árabe- la emisión de televisiones, digitales o analógicas, vía satélite desde España está liberalizada. Al Fawzan no necesita por tanto ninguna licencia para lanzar su cadena (no es lo mismo que una emisora de TDT que ocupa espacio radioeléctrico y requiere un permiso).
Hasta ahora sólo existía en España una pequeña cadena local en árabe en Marbella bautizada Al Andalous, el nombre que los árabes dan a la España musulmana. Estaba dirigida a un público de árabes originarios del Golfo Pérsico que residen en la provincia de Málaga.
Fuente: El País
Ya han creado el partido político, ahora quedaba crear el canal de televisión desde donde lanzar sus "pacíficos y tolerantes" mensajes religiosos. Como somos unos "modernos" y unos "adelantados" tenemos el mercado liberalizado y no se necesita ningún tipo de permiso para crear un canal de televisión, no como en los paises árabes.
Estoy totalmente convencido de que nunca en la vida se les ocurriría a los musulmanes el que un cristiano con dinero puediera creara un canal de televisión donde poder dar a conocer de forma pacífica la religión cristiana al Mundo árabe.
Somos unos tolerantes y unos modernos pero también algo gilipollas cuando las cosas no están ni siquiera a la recíproca. El Islam lo respetamos pero en su sitio y Europa es históricamente cristiana le duela a quien le duela y le pese a quien le pese.
Respeto y entendimiento sí, pero no invasión y silencio, como si fuéramos tontos y nos hiciéramos los locos autoconvenciéndonos de que no pasa nada, porque algo pasa y no tiene pinta de ser muy bueno.
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