“Somos amigos”, así titula el diario israelí ‘Maariv’ citando al presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, con motivo hoy de su primera visita oficial a Israel.
En un interesante avance de la entrevista que se publicará este viernes en el periódico, Zapatero se compromete a “abrir una nueva página” en las relaciones bilaterales. “España es amiga de Israel. Cuando nosotros realizamos críticas, lo hacemos como amigos”, afirma el líder socialista.
Zapatero responde a la polémica entorno al Informe Goldstone que acusa a Israel-y al grupo islamista Hamas- de cometer “crímenes de guerra” en la última y masiva ofensiva militar en la Franja de Gaza. Tras afirmar que hay que tomar en serio el Informe (encargado por una comisión de Naciones Unidas) Zapatero añade: “La respuesta al Informe debe ser inteligente, racional y en ningún caso debe ser un obstáculo para el proceso de paz. Yo sé que es un tema muy sensible en Israel y debemos actuar con cautela”.
‘Maariv’ presenta a Zapatero un Informe de la Liga de Antidifamación que denuncia que hay un aumento del antisemitismo en España. “Los creadores de opinión en España están cruzando la línea que separa la crítica legítima de las acciones israelíes del antisemitismo. (…) En nuestro sondeo del 2009, tres cuartas partes de los españoles creen que los judíos tienen ‘demasiado poder’ en los mercados financieros internacionales; casi dos tercios creen que los judíos ‘no son leales a España’”, dice el Informe publicado recientemente.
Zapatero lo niega rotundamente: “Debo declarar de forma clara, no hay antisemitismo en España en ninguna de sus expresiones. No todo comentario, publicación o fotografía debe ser considerada antisemita. La mejor prueba es que hoy en día no hay actos antisemitas en España. Antisemitismo era la dictadura de Franco”.
El periodista israelí desplazado a Madrid explica que “Zapatero cuenta que su familia es de origen judío, probablemente de una familia de los marranos”, es decir los judíos que fueron forzados a convertirse al cristianismo.
En declaraciones a elmundo.es, el primer embajador israelí en España, Samuel Hadas, se refiere a la visita de Zapatero y la posibilidad que el recuerdo de la famosa Kefia palestina del 2006 acompañe estas horas en Jerusalén. “Lo que hay aquí es extrañeza de porqué ha tardado tantos años en visitar Israel. Estuvo al final de la guerra en Gaza pero fue muy breve y en el marco de una visita de líderes europeos. El incidente de la Kefia, que en su momento tuvo un impacto psicológico importante en la opinión pública israelí, está ya prácticamente olvidado”.
El Gobierno de Benjamín Netanyahu da mucha importancia a esta visita, especialmente por el hecho que Madrid asumirá a partir de enero la presidencia de la Unión Europea. Hadas considera que “desde esa posición, España puede dar un empujón importante al proceso de paz en la zona”.
Hadas afirma que “ambos países han hecho un esfuerzo importante por mejorar sus relaciones. Es de justicia recordar al ministro Miguel Ángel Moratinos, quizás el europeo que mejor conoce los vericuetos de este conflicto tan complejo”.
Recuerda su etapa en los años 80 cuando se cosía de forma secreta el establecimiento de las relaciones bilaterales: “Tuve un encuentro secreto con el Rey Juan Carlos I que me confesó: ‘Aún hay paredes que derribar’. Año y medio después, las paredes fueron derribadas. En febrero del 86 cuando presenté las cartas credenciales, el Rey dijo algo que me quedará grabado: ‘Se trata del acto diplomático más importante de España de los últimos 15 años’”, recuerda Hadas.
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sábado, 17 de octubre de 2009
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