Las jornadas tuvieron lugar en la provincia de Valladolid, donde se habilitó una casa rural como centro de las actividades a desarrollar.
El Viernes por la tarde un grupo de personas nos instalamos en la casa, preparando todo lo necesario para la organización de la jornada teniendo que aprovechar las últimas horas de luz en hacer acopio de abundante leña, dadas las bajas temperaturas que nos acompañaron durante todas las noches. El que la casa no contará con televisión, ni radio ni otra distracción propició una agradable noche de charla y camaradería entorno al fuego de la chimenea que nos ayudó a combatir la fría noche.
El sábado por la mañana un chocolate caliente dio la bienvenida al resto de personas que acudieron a las jornadas, cogiendo fuerzas para iniciar la ruta de senderismo planificada.
La ruta abarcó finalmente 21 kilómetros, la cual tuvo dos etapas diferenciadas.
La primera de 11 km transcurrió a través de un frondoso pinar cuya sombra hizo agradable la ruta ya que afortunadamente la mañana se tornó soleada. Al final de esta etapa se realizó una pequeña parada en una antigua laguna acondicionada para el descanso.
Acto seguido comenzamos la segunda etapa de la ruta donde el paisaje cambió radicalmente, situándonos en lo alto de un páramo que nos permitió disfrutar de una sorprendente vista panorámica de los alrededores, todo a nuestro alrededor, campo castellano.
Como anécdota, en el transcurso de esta última etapa, la disposición al azar de unas piedras de gran tamaño atrajo nuestra atención, pues en ellas reconocimos una forma familiar que tras un poco de ayuda por nuestra parte nos permitió realizar, en un punto perdido del campo castellano, nuestro pequeño homenaje a aquellos que hace ya unas décadas lucharon por el triunfo de Europa.
De esta forma, debido a la trayectoria circular de la ruta, regresamos al punto de partida.
Una agradable comida y la posterior sobremesa ayudaron a reponer fuerzas, preparándonos para la actividad programada para la tarde.
Así dio comienzo la charla-debate, la cual se inició con la lectura de varios poemas propios por parte de un camarada que ayudaron a crear un ambiente propicio para el interesante y constructivo debate que acto seguido tuvo lugar.
Tomo la palabra un militante del Movimiento en Valladolid, quien repasó en varios puntos los pilares de nuestro pensamiento y forma de vida, ante los cuales los presentes, de forma participativa, aportamos nuestra visión y opinión sobre los mismos. Sin duda fue uno de los momentos más significativos de las jornadas dado al ambiente formativo y de camaradería que se creó.
Acto seguido, el Jefe de Propaganda del Movimiento, J.M Zapardiel, se dirigió a los presentes con un magnífico discurso donde expuso de forma concisa y clarividente el porqué de nuestro Movimiento y de militar en nuestras filas, recogiendo aquellos puntos que hacen posible que Alianza Nacional no sea un partido ni una organización más, sino que sea la herramienta para el Movimiento de carácter nacionalista social que recoge todo aquello que defendemos y por lo que luchamos.
Llegada ya la noche el fuego volvió a cobrar protagonismo, preparándose la cena y calentando la casa ante otra noche de frío. Tras la cena, charla y tertulia entre camaradas disfrutando de la tranquilidad que nos ofrecía el estar solos en medio del campo, alejados de todo lo negativo que la ciudad y el mundo moderno conlleva.
A la mañana siguiente, tras un buen desayuno en torno al fuego, recogimos y nos despedimos con la satisfacción de haber disfrutado de unas jornadas inolvidables que forman ya parte de nuestra memoria. El año que viene realizaremos las II Jornadas esperando que el espíritu y ambiente de estas primeras se repita.
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