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miércoles, 7 de octubre de 2009

La privatización del conocimiento.


Este nuevo curso universitario deben estar ya introducidos los nuevos títulos Bolonia, ya que este acuerdo establece que tiene que ser implantado antes del 2010.
Oficialmente el Proceso de Bolonia es el proceso de reforma y homologación de los planes universitarios iniciado a partir de la Declaración de Bolonia de 1999 que cambia tanto la estructura de los cursos como el modelo de aprendizaje creando un "Espacio Europeo de Educación Superior" que incentive la movilidad de los titulados dentro de la Unión europea.

Pero bajo la excusa de la adaptación de los títulos se esconde un proceso de privatización encubierta de la educación superior y de mercantilización del saber.

En esencia el proceso de privatización del sistema universitario es el mismo que se utiliza para privatizar el resto de los servicios públicos, primero se degrada tanto la organización de la institución que presta el servicio como la prestación del servicio en si para con la excusa de que el estado no esta preparado para administrarlo de forma eficiente privatizar su gestión, gestión que se dedica a reducir su dimensión y a recortar costes externalizando personal e introduciendo aparentemente de forma simbólica y temporal el copago, (el pago de pequeñas cantidades simbólicas por el servicio que supuestamente elimina la sobre demanda) pagos que se van aumentando, ampliando y haciendo fijos con el tiempo hasta convertir el servicio publico en un servicio privado.
En esta línea la disminución de la calidad de la enseñanza universitaria y el constante incremento de las deudas de las universidades ha sido fruto de una actuación deliberada durante años, para así ante las necesidad de dinero se tuviese que acabar implantando, como se plantea en el proceso de Bolonia, un sistema mixto de financiación que incremente los ingresos aumentando las tasas y las inversiones de empresas privadas.

Esta reforma incide solo en factores económicos a corto plazo reduciendo la dimensión de las universidades para hacerlas más eficientes, (entendiendo por eficiencia la obtención de unos objetivos concretos con los mínimos costes) para lo cual hay que hacer a los trabajadores más productivos cambiando los puestos de trabajo fijos con sueldo fijo y seguro por trabajadores temporales donde su remuneración sea variable dependiendo de “sus méritos” incentivando la competencia para crear un mercado tanto de profesionales de la enseñanza como de universidades cuyos resultados se reconozcan públicamente mediante rankings públicos que lo que producirán es el establecimiento oficial de universidades de distinta categoría, y con ello la distinta consideración pública de un mimo título dependiendo de la universidad en que se haya logrado.

De manera que las mejores universidades serán las más caras porque tendrán a los mejores profesores, las mejores instalaciones donde poder estudiar e investigar y tendrán convenios de colaboración con las mejores y más grandes empresas multinacionales (ya que una educación de calidad aumenta las capacidades y habilidades de los individuos y con ellos también su productividad) y como consecuencia estas universidades podrán poner mayores requisitos para poder acceder a estudiar en ellas, que por supuesto será el dinero pero también otros criterios completamente subjetivos para la discriminación de los alumnos, constituyéndose de hecho las mejores universidades en las más caras y elitistas socialmente hablando que perpetuarán la situación social establecida.
Esta situación con el paso del tiempo se ira formalizando y ampliando con acuerdos entre centros de educación básicos y secundarios privados “de prestigio”con estas universidades “de elite”para que los alumnos pasen con preferencia de los unos a los otros formando un circuito educativo cerrado y separado del resto del sistema educativo.

Así cualquier igualdad de oportunidades en la sociedad que proporcionaría un sistema educativo público con igualdad de condiciones en su acceso para todos los miembros de la sociedad en función de su capacidad intelectual sin importar el dinero (lo que sería un sistema meritocrático) quedará definitivamente eliminado, estableciendo el proceso de Bolonia la formación de un sistema educativo dependiendo de la clase social a la que se pertenezca al nacer (un sistema clasista) donde lo determinante para el éxito futuro es la posición social inicial que posean las personas perpetuando este nuevo grupo social económicamente cada vez más privilegiado que crea el sistema político económico actual.
De manera que la igualdad social, entendida como similitud de rentas que podría acabar proporcionando un sistema educativo meritocrático y un gobierno social también queda descartada.

Mientras tanto el resto de los miembros de la sociedad que quieran aspirar a obtener una educación superior, la inmensa mayoría, se tendrán que conformar con estudiar en centros universitarios oficialmente de segunda que tan solo permitirán acceder a un mercado laboral de inferior nivel, una educación peor que además será más cara, de manera que la depauperada población para poder pagarla se verá obligada a suscribir algún tipo de los denominados préstamos-renta, pues la obligatoriedad de asistir a las clases imposibilitará trabajar y estudiar al mismo tiempo.
Los préstamos renta, son unos préstamos que se les concederán a los universitarios para que se paguen la facultad, con la obligatoriedad de devolver el importe cuando acaben y empiecen a trabajar, lo que en la práctica supone hipotecar su futuro ya que se verán obligados a ponerse a trabajar en lo que sea en cuando acaben el grado para poder devolver el dinero teniendo en cuenta además que los grados serán equivalentes a una enseñanza básica universitaria menor que las licenciaturas, siendo difícil seguir estudiando un pos grado para especializarse si no le refinancian ese préstamo, y a su vez si no logra hacer un master de pos grado para tener un nivel similar al de las actuales licenciatura le será todavía más difícil poder encontrar un empleo mejor.
Con lo que con el nuevo sistema educativo universitario significará para la mayoría de la sociedad más dinero y esfuerzo para obtener una grado que académicamente es inferior a las licenciaturas actuales, con una menor consideración social, y muchos más caros, por lo que para conseguirlos han de hipotecar el futuro los estudiantes, y todo ello según las necesidades de las empresas que co financien cada universidad en particular ya que serán estas principalmente las futuras empleadoras de esos titulados, de manera que las empresas privadas financiaran los estudios de los alumnos si sus estudios se adecuan a lo que las empresas quieran.

Esta reforma educativa aborda la educación solo como un instrumento que ayude a incrementar la competitividad empresarial supeditando el contenido concreto final de los nuevos grados a las exigencias de las empresas creando futuros trabajadores a medida.

Hay que incidir en el hecho de las investigaciones como factor esencial para poder descubrir el funcionamiento y desarrollo de una ciencia, de manera que si se eliminan las investigaciones universitarias financiadas con dinero público, y solo se investiga los proyectos que consigan dinero privado, se investigará solo lo que le interese a la empresa que pague, la cual será posteriormente propietaria de las patentes.
Esta dependencia del dinero privado para las investigaciones universitarias, hará que sean igualmente las universidades más importantes apoyadas por las empresas multinacionales de mayor capacidad, las “de élite” las que podrán especializarse en una determinada materia por encima del resto al disponer de mayores recursos para investigar, incidiendo en la especialización de universidades en determinados campos concretos, de manera que habrá una o varias universidades “de elite” en los distintos sectores del conocimiento en cada país por un lado, y el resto de las universidades por el otro.

Todo esto producirá esto ya no solo la privatización del sistema de enseñanza sino de la privatización de los conocimientos y las técnicas científicas que serán propiedad exclusiva de los centros que los hayan descubierto.

El Proceso de Bolonia desde el principio recogía directamente las recomendaciones que los organismos internacionales han ido planteando en materia de educación para permitir seguir creciendo con más fuerza en un contexto de globalización de las economías
En esta línea la homogeneización de títulos que permitirá la homologación de titulaciones dentro de la Unión Europea que en principio puede parecer beneficioso para las posibles aspiraciones laborales de los titulados europeo sin peligro de que se pueda producir un dumping laboral, ya que todos los países Europa tienen niveles de renta similares, (además de que racial y socio culturalmente los europeos de verdad somos similares), es un arma de doble filo, ya que el problema vendrá cuando establecidos unos requisitos únicos para los trabajos de alta calificación en toda Europa Bruselas llegue a acuerdos con otras países o zonas del globo para que directamente sus titulados universitarios puedan ser contratados por empresas Europeas directamente sin ninguna limitación ni permisos, lo que en la práctica supondrá la una creciente competencia de un sinfín de titulados y una disminución de los sueldos de los trabajadores cualificados, en beneficio de las intereses de las empresas que los contraten y en detrimento de las trabajadores cualificados, excepto (por supuesto) de los trabajadores que hayan conseguido sus titulaciones en alguna de las universidades “de elite” que le garantice una mayor remuneración de sus exclusivos y reservados trabajos en esas empresas más grandes e importantes que serán además las que más se van a beneficiar al poder contratar trabajadores cualificados a un coste mucho menor gracias a esta misma reforma universitaria.

En realidad con la puesta en marcha de la movilidad laboral de personas de alta cualificación dentro de Europa es el inicio de un aumento de la movilidad del trabajo cualificado entre zonas geográficas mayores, preparándose una futura invasión en Europa de mano de obra cualificada barata de todas partes creándose en ese momento un auténtico dumping laboral, y completando la instalación de estirpes extranjeras en Europa que acentúe la destrucción de las características raciales, sociales y culturales europeas.
Además será más difícil establecer asociaciones profesionales que defiendan los derechos de la profesión o grupos sectoriales que les puedan representar ya que se encargaran de desmovilizar su capacidad de protesta no haciendo depender la existencia de estas organizaciones de los interesados, sino haciéndolas oficiales y dependientes de fuentes de financiación publicas para así tenerlas bien compradas (como tienen compradas y controladas a los grandes sindicatos oficiales).

Así el proceso de Bolonia lo que va a acabar consiguiendo es agrandar y perpetuar las desigualdades sociales, con un sistema educativo que lo único que persigue es incrementar los beneficios de las empresas, otro peldaño más en el proceso de desmantelamiento del denominado sistema del bienestar y de control de la sociedad ya que disminuyendo los conocimientos de las personas y su capacidad de pensar y discernir por si solas son más fácilmente manipulables. El secreto y el conocimiento son los dos elementos fundamentales para lograr el poder y el control, permitiendo modificar socialmente el comportamiento y la forma de pensar del conjunto de la sociedad, sin que el sujeto manipulado caiga en la cuenta de que esta siendo.

De ahí que en el proceso de Bolonia no se pretenda enseñar a pensar por uno mismo, ni a tomar conciencia, sino que se establece una educación tendente a adquirir unos conocimientos técnicos básicos para el desempeño de un trabajo concreto no permitiendo que el individuo evolucione socialmente, creando individuos que sean como máquinas; usando para ello el nuevo sistema de aprendizaje de evolución continúa del proceso de Bolonia que seguirá el proceso de infantilización del estudiante universitario mediante simples manuales, deberes semanales sencillos, y controles periódicos con poca materia como en la enseñanza secundaria, sin obligarle a trabajar por su cuenta, a autoerigirse, a planificarse ni a esforzarse.

El proceso de Bolonia no es más que el intento por parte del poder político-económico imperante de conducir, regular y controlar los conocimientos que adquieren los ciudadanos para poder controlar el desarrollo futuro de la sociedad en su propio beneficio

Pero este nuevo sistema educativo que quieren imponer para apuntalar el poder establecido lleva dentro de si la semilla de su propia destrucción, por varios factores interrelacionados, primero porque al eliminar la igualdad de oportunidades en el acceso a los puestos de mayor responsabilidad e importancia no serán los mejor capacitados, ni los que los que lo tendrán que dirigir serán necesariamente los mejores ni su formación necesariamente la más adecuada por mucho que se haya estudiado en los “centros de élite”, ya que la mejor educación no tiene porque equivaler a la mejor formación personal en conjunto.
Es distinto aprender una técnica o disponer de una información que tener capacidad creadora e interpretativa para hacer frente a realidades complejas y a fenómenos continuamente cambiantes para los que hay que tener unas capacidades adaptativas, provocando todo ello un progresivo debilitamiento de las estructuras del propio sistema y de su capacidad de desarrollo.

La educación que proporcionará el proceso de Bolonia se orientará de forma creciente hacia la especialización buscando una extrema división social del trabajo en el que cada trabajador sepa todo de su puesto, pero casi nada del resto siendo un trabajador con pocas capacidades de promoción ni de desarrollo personal o laboral fuera de esa empresa, pero esto que puede ser muy beneficioso a corto plazo para las empresas, puede ser muy perjudicial para el conjunto de la economía a medio plazo, ya que limitará la movilidad de los trabajadores y la posibilidad de las empresas de lograr trabajadores adecuados “si no los han encargado” , y mucho menos trabajadores con experiencia, ni a ese bajo coste bajo al que se acostumbrarán, aunque recurran a mercados laborales extranjeros.
Es una realidad social y profesional que en unas sociedades cada vez más compleja en todos los ámbitos, todos los profesionales han de sustentar su actividad profesional en una sólida formación general y básica, antes de poder especializarse, especialización que debe ser amplia dentro de un sector y no la micro especialización que se pretende con Bolonia,

La realidad nos dice que la cualificación del capital humano es una inversión (no un consumo) que determina la posición de la sociedad a largo plazo siendo la educación la inversión más eficiente que una sociedad puede realizar.
Es un error evaluar los resultados de un sistema educativo según la evolución de la cuenta de resultados de las empresas de un año para otro, sino que se tiene que hacer según el desarrollo de una sociedad y de cada uno de los individuos que la forman, y no solo económicamente, sino con relación a otros muchos factores

El que un alto nivel de conocimiento muy extendido en un sistema meritocrático que proporciona un sistema público es la inversión más eficiente posible para una sociedad viene avalado por lo que los economistas denominan la evidencia empírica, o sea la experiencia.
Solo hace falta observar la exitosa evolución que experimentaron ciertos países europeos de industrialización tardía ya en el siglo XIX como Suiza, los Países Bajos o Escandinavia (los latecomers), los cuales pasaron en poco tiempo de ser países principalmente agrario a unas economías industrializadas con industrias productoras de bienes de alto valor añadido que les proporcionó unos niveles de renta per cápita elevada, y unos mayores niveles de vida. ¿Cuál fue el factor fundamental? Pues el establecimiento de un sistema educativo público que formase lo mejor que se pudiera a la mayoría de la población proporcionando igualdad de oportunidades a toda la sociedad, lo que situó a los sistemas educativos público de esos países en unas pocas décadas entre los más avanzados de Europa, lo contrario a lo que se quiere hacer con el proceso de Bolonia restringiendo el acceso a la educación superior.

La lógica de aprovechar la elevada tasa de retorno que las inversiones en capital humano tienen, como ha demostrado la historia, es completamente contrario a la línea que sigue este plan de educación que han implantado; pero lo más lamentable para la sociedad española y que demuestra hasta que punto esta anestesiada es la falta absoluta de debate social, se ha implantado sin más cuando en otros países europeos viendo las consecuencias que traerían se produjeron importantes debates, discusiones e incluso posicionamientos de universidades, e instituciones políticas en contra de la nueva norma impuesta por Bruselas.

Pero en España no hay protestas, en España no pasa nada, da igual los millones de parados, la perdida de capacidad adquisitiva de la población asalariada, las brutales subidas de impuestos, la degeneración social, la perdida de nuestra identidad, de nuestra soberanía y de nuestra independencia, …. Y tantas y tantas cosas,…en España parece que da igual todo, parece que en España mientras la gente tenga fútbol y bares, da igual.

Extraído de la web http://lostuyos.net/index.php?option=com_content&view=article&id=196:la-privatizacion-del-conocimiento&catid=1:latest-news&Itemid=41

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