Hoy, hace 75 años, caía abatido en la calle Juan Álvarez Mendizábal, por las balas marxistas disparadas desde la pistola de un obrero afiliado a las juventudes socialistas, Matías Montero y Rodríguez de Trujillo, de 20 años de edad, brillante estudiante de sexto curso de la carrera de Medicina, jonsista y cofundador y triunviro del SEU de Medicina en la Universidad San Carlos de Madrid, cuando regresaba a su domicilio de la calle Marqués de Urquijo 21.
Su único “delito” había sido el de pregonar el semanario “F.E.” por calles, esquinas y tabernas de Madrid, y AMAR A ESPAÑA.
«Aquí tenemos, ya en tierra, a uno de nuestros mejores camaradas. Nos da la lección magnífica de su silencio. Otros, cómodamente, nos aconsejarían desde sus casas ser más animosos, más combativos, más duros en las represalias. Es muy fácil aconsejar. Pero Matías Montero no aconsejó ni habló: se limitó a salir a la calle a cumplir con su deber, aun sabiendo que probablemente en la calle le aguardaba la muerte.
Lo sabía porque se lo tenían anunciado. Poco antes de morir dijo: “Sé que estoy amenazado de muerte, pero no me importa si es para bien de España y de su causa”. No pasó mucho tiempo sin que una bala le diera cabalmente en el corazón, donde se acrisolaba su amor a España y su amor a la Falange»
“¡Hermano y camarada Matías Montero y Rodríguez de Trujillo! Gracias por tu ejemplo”.
“Que Dios te dé su eterno descanso y a nosotros nos niegue el descanso hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte”.
“Que Dios te dé su eterno descanso y a nosotros nos niegue el descanso hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte”.
“Por última vez: Matías Montero y Rodríguez de Trujillo”.
¡PRESENTE!
¡PRESENTE!
(José Antonio Primo de Rivera, palabras pronunciadas en el entierro de Matías Montero, 9 de febrero de 1934)
Fotos del acto de Falange:
(Para leer la crónica en la web de Falange pincha en cualquiera de las imágenes)
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