La socialdemócrata Jóhanna Sigurdardóttir, de 66 años y primera jefa de gobierno que es lesbiana declarada, tiene ante sí los retos de resucitar el sistema financiero islandés, celebrar elecciones anticipadas y recuperar la confianza de sus compatriotas. Ex azafata y sindicalista, la nueva primera ministra de Islandia reconoce públicamente su homosexualidad, está casada con una periodista, tiene dos hijos adultos de su anterior matrimonio y se ha hecho un nombre por defender a la familia y a las minorías.
Sigurdardóttir tomará las riendas de un gobierno formado por su alianza Social Democrática y el partido Verde de Izquierda, de vida efímera, que tendrá como principal misión celebrar elecciones anticipadas el próximo mes de mayo. La hasta ahora ministra de Asuntos Sociales tiene ante sí el difícil reto de resucitar el sistema financiero islandés, cuya economía está previsto que se contraiga un diez por ciento este año, y que le ha costado el puesto a dos jefes de gobierno, Geir Harrde y David Oddson, primer ministro durante 13 años. Esta isla de 320.000 habitantes coloca al frente a la política más popular del país, que empezó su carrera en los sesenta como azafata en las aerolíneas públicas y que acabaría presidiendo el sindicato del personal de cabina.
Es diputada del Althing, el parlamento islandés, desde 1978 y ministra de Asuntos Sociales desde 1999. Hoy vive con su compañera, Jónína Leósdóttir, periodista y dramaturga.
Es diputada del Althing, el parlamento islandés, desde 1978 y ministra de Asuntos Sociales desde 1999. Hoy vive con su compañera, Jónína Leósdóttir, periodista y dramaturga.
Islandia es uno de los países más tolerantes en materia sexual, como demuestra el hecho de que ya en 1940 se anularan todas las leyes que discriminaban a homosexuales. Así que lo que llama la atención fuera de Islandia, el hecho de que una mujer lesbiana asuma la jefatura de gobierno, no lo es en absoluto en esta isla, donde lo que cuenta es que Sigurdardottir es "la política más respetada y digna de confianza del país", como escribe el "Huffington Post". La explosión en Islandia de la burbuja financiera ha alimentado su popularidad y muchos islandeses consideran que es la única política que se ocupa del "ciudadano de a pie".
Carece de un título universitario cosechado en el extranjero, ni forma parte de los clanes familiares que imperan en Reykiavik. Una sencilla azafata en los años sesenta y setenta que asumió un papel pionero en la lucha por la igualdad de sexos.
Extraído de la web http://www.20minutos.es/noticia/447255/0/islandia/johann-sigurdardottir/gobierno/
PUFF!!! que se agarren los islandeses que vienen curvas. Una azafata con ansias de poder y algo trastocada. Y lo peor de todo es que como buena politica tiene engañada a la opinión pública ya que son la mayoría los que creen que es la solución a los problemas...
Como si una abuela de 60 años les fuera a sacar las castañas del fuego y arreglarles la vida, no señores, el problema no es Islandia en sí, ni Europa, el problema es el capitalismo, esta clase política corrupta y los bancos. Y hasta que no nos entre esto en la cabeza todo seguirá tal y como esta, los mismos de siempre engañando y los mismos de siempre robando.
Ya veremos que logra hacer por sus compatriotas aunque visto lo visto lo tiene muy dificil pero bueno, de cara al resto de la sociedad queda muy moderno y muy progre esto que una lesbiana de la tercera edad gobierne un país.
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