La mano que mueve los hilos

El europarlamentario Mario Borghezio del partido identitario Lega Nord hablaba claro y sin tapujos el pasado 11 de Noviembre en Bruselas a propósito de los candidatos a presidir el Consejo Europeo.



Borghezio ponía de relieve como tres de los candidatos, Balkenende (Primer Ministro de Países Bajos), Miliband (Secretario de Estado de AA.EE. británico) y Van Rompuy (ex Premier belga y a la postre el candidato elegido) eran habituales en las reuniones del club Bilderberg y la Trilateral.
En efecto, el europarlamentario ponía así de relieve los verdaderos intereses que se esconden tras el control del Consejo Europeo quién fija las grandes directrices y políticas de la Unión Europea y que son ajenos al verdadero interés común de Europa.

Borghezio señalaba que los candidatos servían al interés de los citados grupos, donde se dan cita, en reuniones secretas (sólo se accede mediante invitación) las personalidades políticas, militares y económico-financieras más importantes del mundo (especialmente de EE.UU. y Europa), siendo ajenas a cualquier control estatal. En ellas se trazan las líneas maestras de la economía mundial y los mecanismos de control poblacional para asegurar el máximo beneficio a sus miembros. Se crea así un poder mundial ajeno al control de cualquier Estado desplazando los ejes de decisión económicos y financieros, políticos, militares o de seguridad, siendo en estas reuniones donde se toman las decisiones más importantes sobre el futuro de todo el Mundo.

El propio Obama, fue elegido presidente en la reunión del Bilderberg en Chantilly con el apoyo del Council of Foreign Relations, al que pertenece su esposa, y la Trilateral, como ya señalara Pilar Urbano.

La Comisión Europea (y no solo ella, también el FMI y el Banco Mundial, la Reserva Federal y el Banco Central europeo, la CIA y el FBI, amén de las más grandes corporaciones y multinacionales, etcétera), órgano no democrático pero que se ha atribuido competencias soberanas de los estados miembros (se elimina de un plumazo el poder estatal, posible cortapisa al afán globalizador de este Poder Mundial), responde a estos lobbies, pues no son pocos los miembros (y ahora el Presidente permanente) que rinde pleitesía ante los entes que mueven los hilos del Gobierno Mundial.

Fuente: Novo-press España