¡ÚLTIMOS EJEMPLARES!
El vuelo de Rudolf Hess a Gran Bretaña fue preparado por el mismo Hitler, de acuerdo con el ex Rey Eduardo VII, que le visitara en Berchtesgaden y que a la sazón vivía en Francia. Más aún, el mismo rey inglés, su hermano, estaba de acuerdo y en conocimiento de ese vuelo, que debió tener éxito. Pero la mano judía de Roosevelt y de las logias, actuando a través de Churchill, lo hizo fracasar todo. Otra de las razones de la prisión de Hess hasta el presente, es el temor inglés a que pueda revelar la duplicidad, la trampa en la que le hicieron caer, faltando a la palabra del Soberano.
Miguel Serrano
(1917-2009)
ADOLF HITLER:
EL ÚLTIMO AVATÁRA
Libro de importación, escasos ejemplares.
Libro grande, Ilustrado, 1.200 gramos, 643 páginas.
P.V.P.: 65 € (15 € de gastos de avión, importación, aduanas y fletes).
"¿Por qué?", me preguntaban, "has arriesgado tanto, poniendo en peligro la obra literaria de una vida? ¿Es que no sabes que las grandes editoriales y medios de comunicación del mundo se encuentran en manos de judíos? Ahora, cuando tus libros son traducidos al alemán, al inglés y a otras lenguas, cuando son leídos en muchos países, te pones a escribir abiertamente a favor de Hitler y a descubrir su esoterismo... Esto es una locura, porque si tú fueras alguien que no sabe del poder omnímodo, del control total de la vida por el judaísmo...
(1917-2009)
ADOLF HITLER:
EL ÚLTIMO AVATÁRA
Libro de importación, escasos ejemplares.
Libro grande, Ilustrado, 1.200 gramos, 643 páginas.
P.V.P.: 65 € (15 € de gastos de avión, importación, aduanas y fletes).
"¿Por qué?", me preguntaban, "has arriesgado tanto, poniendo en peligro la obra literaria de una vida? ¿Es que no sabes que las grandes editoriales y medios de comunicación del mundo se encuentran en manos de judíos? Ahora, cuando tus libros son traducidos al alemán, al inglés y a otras lenguas, cuando son leídos en muchos países, te pones a escribir abiertamente a favor de Hitler y a descubrir su esoterismo... Esto es una locura, porque si tú fueras alguien que no sabe del poder omnímodo, del control total de la vida por el judaísmo...
Pero tú has sido diplomático y has podido penetrar a fondo los acontecimientos históricos del presente y del pasado; como nadie, has tenido la posibilidad, el conocimiento y los medios para saberlo; has recorrido el mundo, a diestro y siniestro, tú sabes... Y no sólo has arriesgado tu obra, también estás arriesgando tu vida..." Así me han hablado amigos, familiares y también enemigos. Porque así se habla hoy en día. Esta es la voz de nuestro tiempo. Pero yo no soy de este tiempo, ni de este mundo, ni de estos días. Vengo de otro astro. Vengo de la Estrella de la Mañana. Y no me importa perderlo todo, incluso la vida. Además, el lema de mi blasón es: "Mi honor se llama lealtad".
Sí, lealtad a los ideales, a los sueños, a las glorias de la noche del pasado, a los fantasmas de los camaradas desaparecidos, a las sombras doradas, a los ecos de sus pasos, a las viejas calles y ciudades, a todo aquello que se escapa en la luz que proyecta la tierra martirizada, a la nostalgia de una Edad de Oro, cuando los héroes aún vivían entre nosotros...
“Adolf Hitler y Rudolf Hess repitieron muchas veces que, deseando defender la raza aria, no podían desear la Guerra, porque sería una "selección al revés". En la guerra los primeros en morir son los mejores, los que tienen raza, los más valientes. Hitler solamente deseaba restituir todo aquello que el Tratado de Versalles arrebató a Alemania. Primero Alsacia y Lorena, luego los Sudetes y el Corredor de Danzig. La guerra, que estaba siendo preparada desde hacía mucho tiempo por sus enemigos, le fue declarada por Inglaterra y Francia en 1939. Sin embargo, por muchos meses no hubo choques entre los ejércitos.
“Adolf Hitler y Rudolf Hess repitieron muchas veces que, deseando defender la raza aria, no podían desear la Guerra, porque sería una "selección al revés". En la guerra los primeros en morir son los mejores, los que tienen raza, los más valientes. Hitler solamente deseaba restituir todo aquello que el Tratado de Versalles arrebató a Alemania. Primero Alsacia y Lorena, luego los Sudetes y el Corredor de Danzig. La guerra, que estaba siendo preparada desde hacía mucho tiempo por sus enemigos, le fue declarada por Inglaterra y Francia en 1939. Sin embargo, por muchos meses no hubo choques entre los ejércitos.
Hitler ofreció más de una vez la paz a Inglaterra sin obtener respuesta. Cuando derrotó a Francia, en la Blitzkrieg de su invención, permitió escapar a las tropas inglesas en Dunkerque, contrariando la opinión de sus generales, que deseaban rodearlas y destruirlas. Inglaterra estaba inerme.
El vuelo de Rudolf Hess a Gran Bretaña fue preparado por el mismo Hitler, de acuerdo con el ex Rey Eduardo VII, que le visitara en Berchtesgaden y que a la sazón vivía en Francia. Más aún, el mismo rey inglés, su hermano, estaba de acuerdo y en conocimiento de ese vuelo, que debió tener éxito. Pero la mano judía de Roosevelt y de las logias, actuando a través de Churchill, lo hizo fracasar todo. Otra de las razones de la prisión de Hess hasta el presente, es el temor inglés a que pueda revelar la duplicidad, la trampa en la que le hicieron caer, faltando a la palabra del Soberano.
Morirá en prisión, por eso mismo. Otto Skorzeny me declaró, en España, que era una hipocresía inglesa culpar únicamente a los rusos de la prolongada prisión de ese hombre. "Si quisieran liberarle", me dijo, "podrían hacerlo ahora mismo". Sea como fuere, con cualquiera razón, los acontecimientos trabajan por la grandeza y resurrección del Mito. No es Hess el prisionero, son sus carceleros los que están encadenados al fatal cumplimiento del Mito…”
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