Los resultados de las elecciones autonómicas vascas del 1 de marzo han hecho mucho daño a ETA y a su entorno. Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, han hecho incluso que se abra el debate interno sobre la conveniencia de mantener el terrorismo. "Yo no me lo esperaba. Estoy flipando. Para mí es un gran fracaso".
Son expresiones de presos de ETA, tras conocer los resultados de las elecciones, según grabaciones realizadas de forma legal en las cárceles.En esos comicios, los proetarras obtuvieron las peores marcas de su historia: 96.889 votos, nulos al ser papeletas de la ilegalizada D3M, tal como había pedido el entorno de ETA. Suponen un 60% menos respecto del máximo logrado por la representación política de la banda en las elecciones de 1999 (229.556 votos). Además, se ha consolidado Aralar, con cuatro escaños, como opción electoral para la izquierda abertzale no violenta.
En estas grabaciones, un preso con años de militancia y cárcel por delitos de sangre habla de la actual dirección de ETA en términos tales como: "Son como cuatro niñatos medio yonquis que llevan todo, que con sus decisiones van a hacer desaparecer a la izquierda abertzale". Familiares de presos de ETA dijeron al conocer los resultados: "Me sentí como una mierda. Fui a casa con una impotencia, con unas ganas de llorar".
Los resultados han sido un mazazo para los proetarras y, también, para el entorno más inmediato de la dirección de ETA. Una prueba de su desmoronamiento ha sido la desaparición de sus representantes de la vida pública desde la noche del 1-M. Itziar Aizpurua, Idoia Ibero, Julen Aginako y José María Erasun comparecieron para analizar los resultados. Desde entonces ni ellos ni nadie han vuelto a hacerlo. Hoy está prevista una rueda de prensa del ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi.
Los resultados del 1-M han descalificado totalmente los pronósticos de ETA y han dado pie a que la disidencia, que ya se había manifestado hace dos años cuando la dirección de la banda desaprovechó la oportunidad del proceso de final dialogado con el Gobierno, tenga más argumentos y adquiera aún más vuelo.
Así, ETA valoraba, en su análisis antes de las elecciones, que a Aralar le esperaba "una sangría por el acoso e ilegalización de la izquierda abertzale" y su intención era "abrir, desde ahí, un nuevo espacio". Ha sido todo lo contrario. Aralar, opción de izquierda independentista que rechaza la violencia y procede de una escisión de Batasuna de 1999, se ha multiplicado por cuatro -ha pasado de 1 a 4 escaños- y los radicales han caído por vez primera por debajo de los 100.000 votos (en este caso, votos nulos).
El análisis tan autocomplaciente de la dirección de ETA ha reforzado las posiciones críticas internas. En el proceso asambleario de hace un año, algunas voces críticas ya señalaron: "No es posible de ningún modo que haya organización con las detenciones de los pikolos que soportamos". "La organización sola no puede certificar una dirección política adecuada ya que no tiene un punto de vista general de la situación socio política", decían entonces.
Ahora las críticas se multiplican. "La actividad de ETA se ha convertido en perjudicial para la consecución de los objetivos estratégicos. Por una parte, no somos capaces de hacer una lucha armada como la de hace unos años porque la represión de los Estados nos ha superado. Y, por otra parte, la lucha armada hace imposible que la izquierda abertzale pueda trabajar con las instituciones que hay a favor de nuestros derechos", señalan miembros de ETA. Es decir, el debate sobre la inviabilidad de la llamada lucha armada ya está en el tapete de la propia ETA. La actividad terrorista aparece como un obstáculo para el futuro de la izquierda abertzale que no ha condenado la violencia.
Quienes apostaban por un bloque soberanista como alternativa de futuro -una plataforma independentista, contraria a la violencia- se han visto sorprendidos por los resultados de Aralar. Así, un ex parlamentario radical dice: "En la época de EHAK hubo casi 160.000 votos. Lo que me ha dado más palo ha sido lo de Aralar".
Otros miembros de ese entorno dan otra versión del crecimiento de Aralar: "Al final ya sabes lo que dice la gente, 'si es para lo de siempre no te voy a dar mi voto', mucha gente hace eso. Mucha gente no ha ido a votar y otros muchos se lo han dado a Aralar".
Incluso algunos ex miembros de la dirección de ETA, y no precisamente de los disidentes reconocidos, han admitido que votaron a Aralar: "El proceso de una nueva izquierda abertzale sin ETA está en marcha. Mi voto ha sido para la opción que ahora está en el Parlamento".
Los lamentos se han extendido a Eusko Alkartasuna, con la que los proetarras pretendían formar el polo soberanista y se ha quedado con un solo escaño. La conjunción de un sector de los proetarras con otras formaciones para conformar una gran opción soberanista, también se ha visto muy perjudicada por la fuerte irrupción de Aralar. Sus promotores están convencidos de que si ETA no renuncia a la violencia, su proyecto no tiene futuro.
Fuentes de la izquierda abertzale admiten que va a haber fuertes presiones sobre la actual dirección de ETA para que cese la violencia. Las noticias sobre este mundo se multiplicarán en los próximos meses.
Extraído de la web http://www.elpais.com/articulo/espana/1-M/fractura/apoyo/ETA/elpepuesp/20090316elpepinac_2/Tes
Que bien que la banda de criminales esta se vaya desintegrando con el tiempo ya que si tenemos que esperar a que cualquier partido, ya sea PP o PSOE, acabe con ellos vamos apañados ya que han tenido la posibilidad y no han querido hacerlo.
Esperamos que en un futuro no muy lejano podamos decir porfin adios al terrorismo separatista y la gente de Vascongadas viva en paz de una vez por todas. Pero recordar también que no habrá paz si no viene acompañada de justicia...
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lunes, 16 de marzo de 2009
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