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martes, 3 de marzo de 2009

Seis años de cárcel para un abogado neonazi alemán por negar el Holocausto

Un tribunal de la ciudad de Múnich lo declaró culpable del delito de instigación al odio racial antisemita y por haber divulgado un libro de un autor que niega el Holocausto sufrido por la población judía durante el nazismo.El abogado alemán Horst Mahler, conocido por su actual militancia neonazi, fue condenado hoy a seis años de prisión.
Un tribunal de la ciudad de Múnich lo declaró culpable por tres delitos por incitar al odio racial y negar el Holocausto, en concreto del delito de instigación al odio racial antisemita y por haber divulgado un libro de un autor que niega el Holocausto sufrido por la población judía durante el nazismo.Mahler, de 72 años, fue detenido inmediatamente ante los estrados y llevado a una celda.El abogado, que ahora es neonazi pero que en los años 70 fue fundador y defensor de integrantes del grupo armado de ultraizquierda Fracción del Ejército Rojo (RAF) hasta que pasó a convertirse en un activista de extrema derecha y se unió a las filas del Partido Democrático Nacional (NDP), en 2000, fue acusado por la fiscalía de haber divulgado vía Internet la versión digital de un libro de Germar Rudolf, un conocido negacionista del Holocausto.

Mahler, de 70 años y de profesión abogado, ha declarado que "el Holocausto es la mentira más colosal de la historia de la humanidad". Por su participación en la RAF Mahler pasó cerca de 10 años en la cárcel.
Un tribunal alemán condenó hoy al abogado neonazi Horst Mahler por tres delitos por incitar al odio racial y negar el Holocausto y le sentenció a seis años de cárcel. Negar el Holocausto es un delito en Alemania que puede ser castigado con hasta cinco años de prisión. Mahler es un infractor reincidente y fue sentenciado a un año más de lo establecido por la sentencia máxima recomendada porque, según el tribunal, no está arrepentido. Horst Mahler tiene pendiente otro juicio aun.

Extraído de la web http://nuevorden.net/noticias.html

La suerte que tenemos aquí en España que por negar holocuento no te puedan meter mano ni la policía ni el aparato judicial. Todo esto se lo debemos al señor D. Pedro Varela que hace un tiempo ganó una de las batallas judiciales más necesarias en el Tribunal Constitucional. Mientras tanto en el resto de Europa el sionismo sigue haciendo estragos con la libertad de expresión, pagándolo siempre los disidentes del pensamiento único memócrata.

EL HOLOCAUSTO ES MENTIRA, EL HOLOCAUSTO ES MENTIRA, EL HOLOCAUSTO ES MENTIRA. QUE GUSTO Y QUE SUERTE EL PODER DECIRLO BIEN ALTO Y SIN MIEDO.

1 comentario:

Unknown dijo...

“Who controls the past, controls the future; who controls the presents, controls the past”.
(George Orwell, “1984”)


Por supuesto, por supuesto. ¿Cómo, el lector no lo sabía? Entonces es hora de que se entere: hay un hipopótamo instalado en su dormitorio.
Ciertos lectores se inclinarán a la suspicacia. Su incredulidad quedará disipada mediante el siguiente diálogo.

DIALOGO 1. El Hipopótamo Metafísico.

-Usted habla nada menos que de un hipopótamo en mi dormitorio, es un completo disparate.
-¿Por qué un disparate?
-En mi dormitorio no veo ningún hipopótamo.
-Ah, pero ése no es motivo de duda: le aclaro que se trata de un hipopótamo invisible, pero no por eso menos real.
-¿Un hipopótamo invisible pero real? ¿Y como entra semejante paquidermo en el dormitorio, cómo no tropiezo con él?
-Le aclaro que no estamos hablando de un hipopótamo vulgar, éste es invisible e intangible, atraviesa las paredes y, por supuesto, usted no puede palparlo.
-Aún así. Mi perro lo escucharía y lo olería.
-Tampoco, no despide olor ni hace ruido. Es invisible, intangible e inaudible -y por si pretendiera usted ponerse en materialista, le indico desde ya, que este hipopótamo no presenta masa, ni energía, ni reacciona a los instrumentos de laboratorio.
-¿Pero qué hipopótamo es ése?
-Es un hipopótamo metafísico.

¿Ha quedado usted convencido? El incrédulo lector se dirá que no hay ninguna diferencia entre afirmar un hipopótamo metafísico en el dormitorio o simplemente negar que exista allí un hipopótamo.

Ajá. Claro, es fácil hacerse el inteligente cuando no hay riesgo.

Pero la cuestión se complicaría si hubiese una Religión del Santo Hipopótamo, con un imponente número de creyentes, predicadores, teólogos e inquisidores... y si las autoridades nacionales e internacionales reconocieran al Hipopótamo Metafísico y dictaran leyes castigando severamente a quienes pusieran en duda su existencia. En ese caso el lector omitirá tantas preguntas y conviviría lo mejor posible con el paquidermo.

¿Pasan esas cosas en el mundo real? Bueno, según se mire. En vez de Hipopótamo ponga usted “Holocausto” y observe las reacciones. Como declararon públicamente P. Vidal-Naquet, L. Poliakov y treinta intelectuales franceses:
“No se puede preguntar cómo fue posible el genocidio. Fue técnicamente posible, porque tuvo lugar. Ése es el punto de partida obligatorio para toda investigación histórica sobre el tema. Nosotros queremos simplemente recordar: no hay discusión sobre la existencia de las cámaras de gas, ni puede llegar a haberla”
(Le Monde, 21.2.79).
Aquí entonces, no se admiten discusiones, se cree o se marcha preso. ¿Por qué? En parte por decoro, por no hacer el ridículo. Las discusiones, cuando estaban permitidas, se iban pareciendo a las de Arriba.


DIALOGO 2. El Holocausto Metafísico

-Si se hubiera gaseado a tanta gente deberían verse algunas huellas.
-El gas del Holocausto se disipa y no deja huellas.
-Quedarían cadáveres.
-Nada de eso, eran incinerados por completo y las cenizas también desaparecían sin dejar rastros.
-Pero los crematorios no pueden trabajar de esa manera, se necesitarían millones de toneladas de carbón, que en la guerra era sumamente escaso.
-En el caso del Holocausto se disponía de ese carbón en depósitos secretos.
-Un disparate. Además, las chimeneas estarían arrojando humo sin interrupción y se vería en las miles de fotos áreas que los aliados tomaron sobre Auschwitz.
-Nada de eso, probablemente esos aviones de reconocimiento disponían de un filtro especial que eliminaba el humo.
-Aún así, se verían en las fotos las sombras que arroja el humo.
-El humo del Holocausto no arrojaba sombras.
-¿Pero qué clase de holocausto es ése?

Etcétera. Por toda Europa las democracias liberales emiten gradualmente leyes de represión que impiden estas discusiones. Castigando las divergencias, salvan el consenso de los demócratas.

¿Se anima a seguir leyendo, o tiene miedo que lo encarcelen por investigar el holocausto judio?
http://lapuertaangosta.blogspot.com/2009/05/el-hipopotamo-metafisico.html