Como todos sabéis la organización del movimiento en nuestra ciudad tenia preparada una conferencia para el día 21 de Noviembre.En un ambiente sano y en tono reivindicativo iban llegando los primeros militantes así como jóvenes que por primera vez tomaron la firme decisión de escuchar nuestro discurso y que tras el y dicho por ellos mismos no tardaron en “sumarse a la lucha”.
La introducción del acto corrió por parte de uno de nuestros militantes mas activos, Alejandro Gutiérrez, quién comentó la actual situación del movimiento en la provincia, el modo de operar en ella y los eventos que se están preparando para los meses posteriores.
Tras esta introducción el mismo Alejandro presentó al responsable provincial de Málaga, Gonzalo Pérez.
El camarada Gonzalo comenzó su conferencia contextualizando la situación actual que vive nuestra desdichada nación, para ello aludió al movimiento político y filosófico que designa los tres últimos siglos de historia occidental es decir, la modernidad y a los logros de esta:
Sociedades completamente estandarizadas por la masificación, sociedades que han perdido todo su arraigo, toda su identidad, todos los valores y todos sus principios sustituyendo estos pilares por abstracciones políticas provenientes de una nueva clase política disfrazada de “Mesías” que no hace mas que reírse una y otra vez de las penurias que sufrimos todos los españoles.
Frente a esta situación de injusticias económicas y de falta de pilares que sostengan a una nación (familia, educación, etc.) Gonzalo expuso de forma clarividente la incipiente ideología que nace en este siglo XXI para dar soluciones a tales incongruencias: El nacionalismo social.
El nacionalismo social no es mas que una alternativa al sistema imperante de la globalización, un grito de rebeldía que afirma que la progresía varia miente en su visión lineal de la historia, ya que la voluntad de un puñado de disidentes quiere alternar la misma con su voluntad de poder y su idealismo, un idealismo que nos lleva a afirmar que nuestra nación no nace de esa abstracción de la (nación-contrato) sino que pre-existe a ella y en consecuencia los componentes de la misma tienen que defender ese arraigo antropológico.
Así como la defensa de nuestra identidad frente a la universalización, el nacionalismo social auspicia la lucha por los derechos sociales y laborales de nuestro pueblo frente a las sociedades de mercado en las cuales todo se compra y se vende, incluso la moral de los hombres, por la separación de la economía (que no debería ser mas que la gestión de los capitales de un pueblo) y de la moral, valga la redundancia, dando paso pues a la España de la usurocracia y la iniquidad.
Tras el intenso debate suscitado después de la conferencia se dio fin a esta, no sin antes animar a toda la militancia, al sentido del deber contra el abandono y al hermoso camino que tenemos por delante, luchando por nuestro trabajo, nuestro pan y nuestra gente.Redacción AN-Málaga.
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