El pasado 25 de abril se celebró en Castellón la conferencia organizada por Democracia Nacional cuyo tema principal fue la celebración del cuatrocientos aniversario de la expulsión de los moriscos de España.En un principio, la conferencia iba a ser ofrecida por el profesor Luis Belló. Por desgracia, un grave problema personal que le surgió pocos días antes de la conferencia provocó que le resultara imposible acudir, por lo que hubo que buscar nuevos conferenciantes. Finalmente, la conferencia fue dada por Vicente Estarelles, presidente de la asociación “España en la Memoria” y por Juan Manuel Sales, delegado provincial de Democracia Nacional en Castellón.
Empezó la charla Vicente Estarelles criticando a los historiadores que, en la actualidad, hablan de la “España de las tres culturas”, una España en la que moros y judíos eran cultos y refinados y los cristianos unos bárbaros que expulsaron a los anteriores, por lo que en la actualidad tienen una deuda pendiente con ellos. Criticó que, actualmente, se acuse a los cristianos de haber llevado a cabo una limpieza étnica contra moriscos y judíos, mientras que se oculta todas las persecuciones, matanzas e intentos de asimilación forzosa que antes fueron llevados a cabo por los musulmanes contra los cristianos. Estarelles desmontó todos los tópicos sobre la época, relatando que muchas de las actividades que se atribuyen a moros y judíos, como la agricultura, el comercio o las creaciones artísticas o literarias, eran realizadas por los cristianos viejos.
En contra de la versión oficial defendida hoy en día, que tiene como origen a Américo Castro, Estarelles habló del aislamiento y de los continuos recelos entre los distintos grupos religiosos de la España de entonces, en el que los poderes dominantes, musulmanes primero y cristianos después, oprimían a los dominados. Estarelles también comentó que la aportación étnica morisca y judía al sustrato español fue muy pequeña, debido tanto al aislamiento entre los grupos como al racismo existente tanto en el judaísmo como en el Islam, en los que los matrimonios mixtos estaban prohibidos.
Estarelles demostró esto con datos, leyendo escritos judíos y musulmanes de la época, cargados de odio anti-cristiano y también relató la situación de éstos bajo la opresión musulmana: deportaciones de mozárabes al norte de África, exterminio de cristianos en Córdoba y Granada, prohibición de construir iglesias, agresiones constantes contra el norte cristiano y pago de impuestos especiales. Continuó desmontando mitos, como la supuesta “tolerancia” de Alfonso X hacia los musulmanes o la “sangre árabe” de los andaluces, cuando en realidad Andalucía fue reconquistada y repoblada por cristianos castellanos, leoneses, gallegos, asturianos e incluso algunos catalanes.
Vicente Estarelles terminó asegurando que la convivencia entre diferentes culturas en un mismo territorio es imposible, algo que debe asumirse y afrontarse, como hicieron los Reyes Católicos y Felipe III pero que, por desgracia, no hacen nuestros gobernantes de hoy en día.
Tras Vicente Estarelles intervino Juan Sales, narrando la secuencia histórica desde la entrada de los musulmanes en la Península Ibérica en el año 711 hasta su expulsión definitiva en el año 1609. Sales describió a los distintos grupos religiosos de la época: mozárabes, muladíes y mudéjares. Tras la descripción, habló del Decreto de 1502 llevado a cabo por los Reyes Católicos en el que se buscaba la conversión de los moriscos, Decreto que fracasó ya que los moriscos, incluso los conversos, seguían practicando el islamismo. Al comprobar esto, los Reyes Católicos le pidieron al cardenal Cisneros que les forzara a la conversión, lo que provocó la revuelta morisca de Albaicín.
Al mismo tiempo, Europa sufría un nuevo peligro: la amenaza turca. Los turcos eran una constante amenaza en el Mediterráneo y eran apoyados por los moriscos de España. Finalmente, la Liga Santa, liderada por la España de Felipe II, pudo pararlos en la batalla de Lepanto. A pesar de esto, los piratas berberiscos, apoyados por franceses y turcos y con bases en el norte de África, entraron en contacto con los moriscos de España. Ante esta amenaza, Felipe III decide la expulsión definitiva de todos los moriscos de España en 1609.
En contra de lo que se dice hoy en día, la decisión no fue por fanatismo religioso, sino porque la demografía morisca aumentaba sin parar, sobre todo en el Reino de Valencia, y a que estos musulmanes no ocultaban su intención de recuperar Al-Andalus. Sales leyó los diez puntos del decreto de expulsión de los moriscos.
Finalmente explicó lo que, en su opinión, habría sido de España de no haberse producido aquella expulsión. Puso como ejemplo a los Balcanes, zona que logró expulsar a los turcos, pero que permitió que se quedaran comunidades islámicas en Bosnia, Albania y Macedonia. Sales puso el ejemplo de la creación del estado de Kosovo y lo trasladó a España, relatando que los musulmanes de España también habrían exigido la independencia del resto del territorio y su anexión a Marruecos, algo a lo que el presidente del país se habría negado, y que habría provocado la intervención de la ONU, OTAN y Estados Unidos de nuestro país, el bombardeo de nuestras ciudades y la destrucción física, económica y política de España.
Tras la intervención de Juan Manuel Sales, se abrió un turno de preguntas y un breve coloquio.
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