Corneliu Zelea Codreanu
DIARIO DE LA CÁRCEL
Martirio del Fundador de la Guardia de Hierro de Rumanía
En el 70º Aniversario del asesinato de Codreanu
(Noviembre 1938 - Noviembre 2008)
13x19,5 cms., 91 págs., plastificado mate con solapas,
DIARIO DE LA CÁRCEL
Martirio del Fundador de la Guardia de Hierro de Rumanía
En el 70º Aniversario del asesinato de Codreanu
(Noviembre 1938 - Noviembre 2008)
13x19,5 cms., 91 págs., plastificado mate con solapas,
P.V.P.: 15 €
Cuando un pueblo es arrastrado por sus gobernantes a la corrupción, cuando el espíritu de una Nación es prostituido por la degradación de sus jefes y responsables, no queda para la reconquista otro camino que el de la Cruz y el del Martirio. Codreanu lo ha comprendido. Por eso mide a sus hombres de acuerdo a su "capacidad de sufrimiento y amor". Este es, pues, el espíritu que anima las páginas de este "Diario".
No hay que buscar en sus páginas un manifiesto político o un compendio de doctrina. Ellas nos muestran el alma despojada y sangrante de un hombre y un Jefe que, al aproximarse al momento del sacrificio supremo, muestra hasta qué punto el ideal defendido y proclamado se ha vuelto realidad encarnada en su propia persona.
De acuerdo a la voluntad de las autoridades, a este "Diario" no se le permitió ver la luz. Los esbirros de la dictadura regia no omitieron ninguna acción para impedir su publicación. Sólo un verdadero milagro hizo posible que el Capitán encontrara simpatía y compresión entre los funcionarios de la prisión, los cuales le permitieron escribir. Uno de los directores de la cárcel guardó el manuscrito y dos años más tarde, después de la caída del régimen de Carol II, se lo entregó a los legionarios.
Pedidos a:
libreriaeuropa@telefonica.net
Cuando un pueblo es arrastrado por sus gobernantes a la corrupción, cuando el espíritu de una Nación es prostituido por la degradación de sus jefes y responsables, no queda para la reconquista otro camino que el de la Cruz y el del Martirio. Codreanu lo ha comprendido. Por eso mide a sus hombres de acuerdo a su "capacidad de sufrimiento y amor". Este es, pues, el espíritu que anima las páginas de este "Diario".
No hay que buscar en sus páginas un manifiesto político o un compendio de doctrina. Ellas nos muestran el alma despojada y sangrante de un hombre y un Jefe que, al aproximarse al momento del sacrificio supremo, muestra hasta qué punto el ideal defendido y proclamado se ha vuelto realidad encarnada en su propia persona.
De acuerdo a la voluntad de las autoridades, a este "Diario" no se le permitió ver la luz. Los esbirros de la dictadura regia no omitieron ninguna acción para impedir su publicación. Sólo un verdadero milagro hizo posible que el Capitán encontrara simpatía y compresión entre los funcionarios de la prisión, los cuales le permitieron escribir. Uno de los directores de la cárcel guardó el manuscrito y dos años más tarde, después de la caída del régimen de Carol II, se lo entregó a los legionarios.
Pedidos a:
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