CUALQUIER ARMARIO VALE PARA TRABAJAR

Todos hemos ido alguna vez a un local de copas o fiesta y en la pierta nos hemos encontrado con ellos. Suelen ser individuos bastante corpulentos debido a sus interminables horas en el gimnasio, a los batidos de proteinas e incluso algunos son el resultado de los ciclos de hormonas que se pinchan.

Bien, depende de como les pilles de humor te pueden poner pegas para que entres: que si tú vestimenta, calzado, corte de pelo...llegándote a amenazar físicamente si es necesario.
Una vez pasado el control de la puerta pasas dentro dispuesto a disfrutar de la fiesta, de los amigos, conocer gente nueva...pero por cualquier tonteria como roces, empujones, pisotones, tropezar con alguien y tirarle la copa suelen desembocar en altercados (aunque no siempre claro ya que se puede arreglar con un "lo siento" o "perdona" aunque haya a gente que no le valga y busquen la escusa para buscar pelea).

Cuando una pelea comienza dentro de un local normalmente el trabajo de los porteros es ir separar y sacar fuera a la gente de la pelea y en cualquier caso si siguiera la disputa fuera del bar llamar a la policía para que se haga cargo.
Pero este caso, a raiz de la muerte de este chico es bien distinto porque rompe todos los esquemas anteriormente citados: seguramente cuando Álvaro Ussia entró por la puerta tan tranquilamente nunca pudo imaginar que los gorilas que había en la puerta y que deberían velar por su seguridad harían lo contrario, llegándole a matar.

Todo sucedió muy rápido: Álvaro tropieza con una chica que resulta ser una ex de uno de los porteros. No sabemos si el chico se puso hablar con ella, si se disculpó o que fué lo que pasó porque da igual: sería el típico chocque fortuito en la discoteca que a todos alguna vez nos ha pasado. Esto lo vió uno de los porteros que dolido en su amor propio o celos homicidas decidió ir a por el pobre Álvaro que no sabía la que se le venía encima.

Le sacaron fuera a él y algunos amigos; donde le dieron una brutal paliza que terminaría con la vida de este chico. Saltos, patadas, puñetazos....todo para que el portero energúmeno tranquilizara sus nervios.
El resultado es por todo conocidos: la membrana que recubre y protege el corazón de Álvaro ha sido aplastado y por tanto la muerte es inminente. Él luchó por sobrevivir a la barbarie que se había cebado con su cuerpo sin motivo aparente, y debido a la gravedad de las lesiones Álvaro no resistió más y murió en el hospital clínico.

Pues bien después de este hecho hay que valorar muchas cosas: el tipo de gente que hay en las puertas de las discotecas, bares de copas y macrofiestas que supuestamente y según la legislación actual solo pueden cortar entradas ya que para poder realizar funciones de seguridad debes ser al menos Vigilante de Seguridad titulado con la tarjeta de identificación profesional conseguida fruto de la aprobación de una oposición. También hay que tener en cuenta al dueño, en este caso el local habia recibido innumerables expedientes y sanciones, y denuncias a los porteros por agresiones: ¿porque no se puso remedio y se echó a los porteros a la calle? ahora dicen los del ayuntamiento que el local estaba a punto de ser cerrado, otra mentira más ya que se han agilizado los trámites para clausurarlo por esto y no por otras temas enteriores.

Por tanto creemos que los responsables directos son los porteros ya que solo entiendes de pesas, proteínas y violencia y seguramente no se hayan leído dos páginas de un libro en su vida. Pero no hay que olvidar a los responsables indirectos que también deben de pagar: el dueño que contrata a este tipo de matones con diversas denuncias, al ayuntamiento que no controla ni cierra los lugares conflictivos y al ejecutivo que hasta que no pasan cosas como esta no se les ocurre crear una legislación para poder regular y subsanar este tipo de echos terribles.

Y esto lo escribo desde la perspectiva de alguien que ha estado en los papeles: entrando en la fiesta y trabajando en la puerta. Porque hay muchas formas de divertirse y hay muchos porteros que realizan una labor impecable que denota rigor y profesionalidad ya que siempre hay peleas y no todo el mundo sale a divertirse; y otros porteros que estan esperando que la gente se pelee para meterse por medio y machacar algún pobre chaval.

Pido desde aquí que se regule el ejercicio de la profesión. Que no se contrate al primer armario empotrado que vean por la calle, que la gente sea consciente y se preparen a conciencia: porque van a dar servicio a los clientes y la imagen y la profesionalidad son indispensables para este trabajo.