¡NUEVO!
Dr. Alexander Jacob
LA RELIGIÓN Y LA POLÍTICA
ARIA CRISTIANA DE
RICHARD WAGNER
Y sus concepciones ideológicas fundamentales
Traducción del inglés Joaquín Bochaca
Epílogo
WAGNER POLÍTICO
de Adrian Salbuchi
P.V.P.: 11 €
Dr. Alexander Jacob
LA RELIGIÓN Y LA POLÍTICA
ARIA CRISTIANA DE
RICHARD WAGNER
Y sus concepciones ideológicas fundamentales
Traducción del inglés Joaquín Bochaca
Epílogo
WAGNER POLÍTICO
de Adrian Salbuchi
P.V.P.: 11 €
Solicite su ejemplar escribiendo ahora mismo a:
libreriaeuropa@telefonica.net
“La raza blanca busca su origen en los dioses,
y se considera a sí misma predispuesta para el liderazgo.”
Richard Wagner
(Heroísmo y Cristiandad, 1881)
El espíritu racial es consciente de su papel unificador de la comunidad. Esta idea y el principio de la regeneración mediante la compasión, serían las ideas centrales de la cosmovisión wagneriana. Pero Jacob no deja de señalar que el impulso regenerador está orientado a revivir el todo social y por este motivo el pensamiento wagneriano no podía dejar de plasmarse en un ideal político.
En la comunidad organizada en torno al Wahn, cada uno renuncia a su propio ego en favor de la superación de la comunidad —de la patria— y, más allá de ésta, de la Humanidad en su conjunto. Según explica Jacob, para el pensamiento wagneriano, es en este sacrificio de sí-mismo por la Humanidad donde el cristianismo alcanza la plenitud de su mensaje.
Mucho se ha escrito acerca de la obra filosófica de Wagner, aunque casi siempre se ha hecho para condenar todos los resquicios de posible vinculación con el III Reich, en la línea de la propaganda y de los tópicos de liberales e izquierdistas. Este no es el caso de Alexander Jacob, que ha preferido estudiar los textos originales y situar el pensamiento del ilustre artista alemán en la línea de la contestación abierta a las ideas dominantes.
Así, contrariamente a la mitología del “progreso” —figura clave dentro del nuevo Olimpo que fue inaugurado por la Ilustración— Jacob destaca como Wagner creía que la humanidad había recorrido un camino inverso o, por lo menos, que llevaba mucho tiempo perseverando en el camino del error.
Las páginas del Dr. Alexander Jacob tienen la extraordinaria virtud de realizar una síntesis certera y didáctica sobre un pensador a menudo vilipendiado por haber servido de fermento a ideas contracorriente y que, quizás precisamente por ello, sea uno de los autores peor conocidos en cuanto al pensamiento filosófico que fundamentó una de las obras artísticas más importantes de toda la cultura occidental.
El epílogo de Adrian Salbuchi enmarca la visión política de la ideología wagneriana en su contexto.
EL AUTOR DEDICARÁ EJEMPLARES DE SU LIBRO
ESTE FIN DE SEMANA EN VALENCIA, BARCELONA Y MADRID
libreriaeuropa@telefonica.net
“La raza blanca busca su origen en los dioses,
y se considera a sí misma predispuesta para el liderazgo.”
Richard Wagner
(Heroísmo y Cristiandad, 1881)
El espíritu racial es consciente de su papel unificador de la comunidad. Esta idea y el principio de la regeneración mediante la compasión, serían las ideas centrales de la cosmovisión wagneriana. Pero Jacob no deja de señalar que el impulso regenerador está orientado a revivir el todo social y por este motivo el pensamiento wagneriano no podía dejar de plasmarse en un ideal político.
En la comunidad organizada en torno al Wahn, cada uno renuncia a su propio ego en favor de la superación de la comunidad —de la patria— y, más allá de ésta, de la Humanidad en su conjunto. Según explica Jacob, para el pensamiento wagneriano, es en este sacrificio de sí-mismo por la Humanidad donde el cristianismo alcanza la plenitud de su mensaje.
Mucho se ha escrito acerca de la obra filosófica de Wagner, aunque casi siempre se ha hecho para condenar todos los resquicios de posible vinculación con el III Reich, en la línea de la propaganda y de los tópicos de liberales e izquierdistas. Este no es el caso de Alexander Jacob, que ha preferido estudiar los textos originales y situar el pensamiento del ilustre artista alemán en la línea de la contestación abierta a las ideas dominantes.
Así, contrariamente a la mitología del “progreso” —figura clave dentro del nuevo Olimpo que fue inaugurado por la Ilustración— Jacob destaca como Wagner creía que la humanidad había recorrido un camino inverso o, por lo menos, que llevaba mucho tiempo perseverando en el camino del error.
Las páginas del Dr. Alexander Jacob tienen la extraordinaria virtud de realizar una síntesis certera y didáctica sobre un pensador a menudo vilipendiado por haber servido de fermento a ideas contracorriente y que, quizás precisamente por ello, sea uno de los autores peor conocidos en cuanto al pensamiento filosófico que fundamentó una de las obras artísticas más importantes de toda la cultura occidental.
El epílogo de Adrian Salbuchi enmarca la visión política de la ideología wagneriana en su contexto.
EL AUTOR DEDICARÁ EJEMPLARES DE SU LIBRO
ESTE FIN DE SEMANA EN VALENCIA, BARCELONA Y MADRID
CITAS DEL LIBRO:
“Ciertamente debe ser correcto inculpar a esta torpe tontería de nuestro espíritu público la corrupción de nuestra sangre... no sólo por el abandono de la alimentación natural del hombre, sino sobre todo por la mezcla de la sangre heroica de las razas más nobles con la de antiguos caníbales que ahora son adiestrados para ser agentes de negocios de la sociedad.”
Richard Wagner
“Para el Judío, el objetivo de su cultura es simplemente la necesidad de organizar guerras... para sacar dinero de ellas”
Richard Wagner
(Conócete a tí mismo, Suplemento a Religión y Arte).
“Con todos nuestros discursos y escritos en favor de la emancipación de los Judíos, siempre nos hemos sentido instintivamente repelidos por alguna conducta de ellos.”
Richard Wagner
(El Judaísmo en la Música, 1850):
DEL PRÓLOGO
Junto con Nobilitas, ¿aristocracia o democracia? (2003), este es el segundo texto del Dr. Alexander Jacob que presenta Ediciones Ojeda y que, al igual que el anterior, está imbuído de su interés y admiración por la cultura alemana. En este caso, nuestro autor se ocupa de la obra de uno de los personajes más señeros del siglo XIX: el compositor Richard Wagner.
A lo largo de las páginas siguientes, recorremos el enfoque que el pensamiento wagneriano realiza del cristianismo. Dotado de un gran poder sintético y clarificador, el autor explica de modo notablemente didáctico cuales son las principales ideas que entretejen ese corpus del músico sajón. Jacob resalta muy bien la idea central de la aproximación wagneriana al cristianismo, que no es otra que la “regeneración”.
Según Wagner, la humanidad se había perdido a causa de la dieta carnívora, tanto por los supuestos perjuicios de este tipo de alimentación como, lo que es más importante, a causa del rechazo que el sacrificio de animales supone hacia el sufrimiento de otros seres vivos. De ahí que, como subraya el Dr. Jacob, sea en realidad la compasión la idea central de la religión cristiana y el verdadero motor de la regeneración de la Humanidad en su conjunto, postulada por Richard Wagner.
Jacob sintetiza muy bien el esquema de la regeneración a través de la compasión, contrarrestado por aquellas fuerzas centrífugas que pugnan por destruir ese empuje hacia lo Alto, y que encarnan, en primer lugar, el judaísmo, como arquetipo de la lucha por el poder en este mundo y, en grado menor, el propio clero, cuyas ansias de poder también temporal secuestraron el mensaje del vegetarianismo moral contenido en el ofrecimiento del “Cuerpo y Sangre” de Cristo en la Eucaristía.
Jacob reflexiona, junto con el propio artista en citas oportunas y bien escogidas, acerca de la concepción de Wagner respecto del papel del Rey, cuya sola defensa supone una verdadera autocrítica respecto del Richard Wagner revolucionario. Lógicamente, para Wagner no se trata de un Rey al uso, mero titular del poder del Estado y con poder de vida o muerte sobre sus súbditos, sino por el contrario más bien de una personalidad que detenta la jefatura del Estado por que está destinada a encarnar en sí mismo los ideales más excelsos de la comunidad. El autor explica el interesantísimo concepto de Wahn, que traduce por “espíritu de la raza” y que —a nuestro entender de manera discutible— intenta parangonar a la fuerza vital shopenhaueriana. El Rey, que posee el Wahn en grado sumo, es consciente de su papel unificador de la comunidad —tanto respecto del presente momento histórico como respecto de la continuidad de ésta a través de los siglos— y por eso carece en realidad de conciencia egótica.
“Ciertamente debe ser correcto inculpar a esta torpe tontería de nuestro espíritu público la corrupción de nuestra sangre... no sólo por el abandono de la alimentación natural del hombre, sino sobre todo por la mezcla de la sangre heroica de las razas más nobles con la de antiguos caníbales que ahora son adiestrados para ser agentes de negocios de la sociedad.”
Richard Wagner
“Para el Judío, el objetivo de su cultura es simplemente la necesidad de organizar guerras... para sacar dinero de ellas”
Richard Wagner
(Conócete a tí mismo, Suplemento a Religión y Arte).
“Con todos nuestros discursos y escritos en favor de la emancipación de los Judíos, siempre nos hemos sentido instintivamente repelidos por alguna conducta de ellos.”
Richard Wagner
(El Judaísmo en la Música, 1850):
DEL PRÓLOGO
Junto con Nobilitas, ¿aristocracia o democracia? (2003), este es el segundo texto del Dr. Alexander Jacob que presenta Ediciones Ojeda y que, al igual que el anterior, está imbuído de su interés y admiración por la cultura alemana. En este caso, nuestro autor se ocupa de la obra de uno de los personajes más señeros del siglo XIX: el compositor Richard Wagner.
A lo largo de las páginas siguientes, recorremos el enfoque que el pensamiento wagneriano realiza del cristianismo. Dotado de un gran poder sintético y clarificador, el autor explica de modo notablemente didáctico cuales son las principales ideas que entretejen ese corpus del músico sajón. Jacob resalta muy bien la idea central de la aproximación wagneriana al cristianismo, que no es otra que la “regeneración”.
Según Wagner, la humanidad se había perdido a causa de la dieta carnívora, tanto por los supuestos perjuicios de este tipo de alimentación como, lo que es más importante, a causa del rechazo que el sacrificio de animales supone hacia el sufrimiento de otros seres vivos. De ahí que, como subraya el Dr. Jacob, sea en realidad la compasión la idea central de la religión cristiana y el verdadero motor de la regeneración de la Humanidad en su conjunto, postulada por Richard Wagner.
Jacob sintetiza muy bien el esquema de la regeneración a través de la compasión, contrarrestado por aquellas fuerzas centrífugas que pugnan por destruir ese empuje hacia lo Alto, y que encarnan, en primer lugar, el judaísmo, como arquetipo de la lucha por el poder en este mundo y, en grado menor, el propio clero, cuyas ansias de poder también temporal secuestraron el mensaje del vegetarianismo moral contenido en el ofrecimiento del “Cuerpo y Sangre” de Cristo en la Eucaristía.
Jacob reflexiona, junto con el propio artista en citas oportunas y bien escogidas, acerca de la concepción de Wagner respecto del papel del Rey, cuya sola defensa supone una verdadera autocrítica respecto del Richard Wagner revolucionario. Lógicamente, para Wagner no se trata de un Rey al uso, mero titular del poder del Estado y con poder de vida o muerte sobre sus súbditos, sino por el contrario más bien de una personalidad que detenta la jefatura del Estado por que está destinada a encarnar en sí mismo los ideales más excelsos de la comunidad. El autor explica el interesantísimo concepto de Wahn, que traduce por “espíritu de la raza” y que —a nuestro entender de manera discutible— intenta parangonar a la fuerza vital shopenhaueriana. El Rey, que posee el Wahn en grado sumo, es consciente de su papel unificador de la comunidad —tanto respecto del presente momento histórico como respecto de la continuidad de ésta a través de los siglos— y por eso carece en realidad de conciencia egótica.
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