Pese a que los mass media mundiales han llevado a las ingenuas poblaciones occidentales al éxtasis con el triunfo de Obama, al que han presentado como una especie de Mahatma Gandhi del siglo XXI y en versión mulata, la realidad es que es de incautos pensar que en Estados Unidos, los lobbys económico-militares que dirigen el poder en la sombra van a variar en algo su política.
La única variación que veremos momentáneamente es la del supuesto multilateralismo pero afirmamos que este no esta ocasionado por el carácter del nuevo presidente si no por la evidente debilidad coyuntural norteamericana. La elección de un Israelí como segundo de abordo y la inclusión de aun más miembros del poderoso lobby judío norteamericano en la Casa Blanca nos hacen pensar que la política del eje americano-israelí no va a cambiar ni un ápice.
Lo que si ha generado una cierta estupefacción a Democracia Nacional es la forma en la que la prensa ha celebrado la victoria de un candidato por el hecho de ser negro, nos parece una postura aberrantemente racista anti blanca ya que jamás se hubiese dado cabida en los medios a la alegría de la población blanca americana achacándolo a la victoria de su candidato por el simple hecho de “ser blanco”.
También vaticinamos que Obama no será la solución para la clases sufridas americanas, ya sean blancas o negras, dudamos que el candidato apadrinado por Colin Powell (Guerra de Irak) y que ha gozado de la campaña más multimillonaria de la historia de los EEUU vaya, como ya hemos dicho, ha significar ningún cambio notorio.
Obama no es blanco ni es negro, es un mundialista.
Extraído de la web http://democracianacional.org/dn/modules.php?name=News&file=article&sid=2464
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