Claro como el agua:"La verdad sobre el estudio sobre el retorno de los inmigrantes"

La OCDE ha dedicado diez años a hacer un informe sobre el retorno de los inmigrantes a sus países de origen.
El estudio dice que los mayores porcentajes de retornos se producen durante los tres primeros años (dificultad para adaptarse a la nueva vida) o al llegar a la jubilación. En menor número, en casos en los que han conseguido cierta cantidad de ahorro o la aparición de oportunidades en su país de origen.

Destaca la necesidad de “garantizar la eficacia y credibilidad de los programas temporales”, es decir, que los gobiernos tienen que hacer un esfuerzo para que los trabajadores extranjeros, cuando dejen de trabajar, regresen a sus países.
Pero lo más interesante sería saber cual es el porcentaje de inmigrantes que regresan. Si lo hace el informe, los medios de comunicación políticamente correctos no le han dado importancia.

Aunque no lo digan, en España, hasta el momento, todos sabemos que ese porcentaje es insignificante ni ofreciendo cobrar el paro en dos plazos a los que se decidan –como hizo el gobierno hace unos meses-. La posibilidad de mejora de los países de los que recibimos inmigrantes, a excepción de la Europa del Este ahora en la UE , parece muy remota. Y tampoco se habla de la influencia en esta decisión de retorno de los hijos de los inmigrantes, de la famosa segunda generación. Estos jóvenes, cuando alcanzan cierta edad y capacidad de discernir, vuelven de vacaciones de sus países de origen espantados ante el atraso social de lugares de los que ya se sienten extraños. Esta segunda generación no regresará nunca, lo podemos ver en países como Francia, Holanda, Bélgica, Alemania… y, por lo tanto, sus padres tampoco.

Durante los últimos diez años, han llegado a España familias completas de inmigrantes, con varias generaciones, tan extensas que apenas les quedan ya familiares en el lugar del que partieron. Y, de estas familias, hay que recordar que los numerosos menores no cotizan. Esa es la clave de este problema –que tampoco menciona el estudio-: la agrupación familiar que tanto han facilitado los gobiernos de PP y PSOE, además de las regularizaciones y del regalo de DNI’s. El problema hace tiempo que se les escapó de las manos.

Socialistas, liberales y hasta la OCDE se han dado cuenta ahora de que si el trabajador extranjero viene solo y envía dinero a su familia, produce, paga impuestos y, además, su población de origen también se beneficiará de su trabajo, el inmigrante tendría un motivo para regresar y los gobiernos se evitarían un sinnúmero de problemas y les costaría mucho menos. Es un tema duro y delicado, como lo es el propio fenómeno de la emigración.

Pero de haberlo hecho así desde un principio, en España, nos habríamos evitado muchos quebraderos de cabeza, por ejemplo la masificación en guarderías, colegios e institutos públicos y concertados –por no hablar de los problemas que generan en muchos casos este tipo de alumnos- y el estado se ahorraría un dineral en la colapsada Seguridad Social y en ayudas sociales de las que podríamos beneficiarnos los que las hemos generado pagando impuestos.

Y que nadie piense que la crisis que se nos viene encima va a cambiar la tendencia al no retorno. Sigue siendo mejor estar en el paro en un país con médicos y colegios gratis y ayudas sociales que en el Tercer Mundo rodeado de pobreza e inseguridad.

Extraído de la web http://www.patriotas.es/LTDE/modules.php?name=News&file=article&sid=1581