Los españoles, entre los europeos menos satisfechos con su conciliación laboral

El equilibrio entre vida laboral y personal ha disminuido respecto a años anteriores, según el Barómetro de Clima Laboral Accor 2008, realizado por Ipsos. Según este estudio, en 2007 la satisfacción de los trabajadores españoles a este respecto se situaba en 72%, mientras que un año después había descendido al 66%.

Si los comparamos con otros países, estos porcentajes alejan a España de los parámetros europeos de países como Francia (78% de satisfacción), Bélgica (81%), Alemania (76%), Italia (85%), Reino Unido (85%) o Rumanía (80%).

El 64% de los trabajadores encuestados se sentía insatisfecho con su remuneración y el 43% con las prestaciones recibidas por parte de la empresa. Igualmente, existe una sensación de estrés y una necesidad de mayor conciliación entre vida profesional y laboral.

2 de cada 3, satisfechos con su situación laboral
Por contra, dos de cada tres trabajadores españoles se mostraban satisfechos con sus situación personal. En cualquier caso es en el sector público donde más personas se declaran felices en el trabajo (44%) frente al privado (27%).
Este estudio se realizó con una muestra de 1320 asalariados en España, mayores de 18 años, pertenecientes a distintos sectores de actividad y con diferentes grados de responsabilidad, tanto en el sector público como en el privado. descendido al 66%.

Extraído de la web http://www.20minutos.es/noticia/414853/0/conciliacion/laboral/estudio/

La repartición debe ser clara: o uno de los padres se hace cargo de los hijos, me da igual padre o madre, o alguno de ellos tiene que trabajar solo por las mañanas si estos van al colegio. Es más, se debería solo trabajar por las mañanas o por las tardes, atendiendo también a las características laborales a desempeñar y los turnos a realizar (tiene que haber policia por las noches nos guste o no) para poder atender la casa y los hijos, ya que la familia es lo primero y esta debería ser la consigna de todos los gobiernos independientemente del color que tenga.

¿Tanto trabajar para qué? ¿Cuáles son nuestras metas, objetivos? ¿Trabajar para ser esclavos del consumismo? ¿Cuál es nuestra escala de valores? ¿Nos importa algo la familia? Vendemos nuestro tiempo al capital por un mísero jornal; por todo el dinero que nos den no nos pagan lo que vale en realidad porque lo único que tenemos en la vida es nuestro tiempo y dependiendo de la escala de valores, se lo dedicaras a una u otra cosa (también llamado por los economistas el coste de oportunidad). De tí depende, de todos depende.

Pero aquí en España nos preocupamos más por la familia inmigrante que por la española, ya que desde los últimos 15 años para aquí las familias españolas se han ido quedando casi sin ayudas de ningún tipo, dinero, que se están llevando los inmigrantes.

Dinero que no cae del cielo, si no que ha sido cotizado en su mayoría por trabajadores españoles y que debría repercutir en las familias españolas y después, si sobrara, ya se podría hablar de ayudar a los más desfavorecidos.

Esto sería la teoría, pero la práctica como bien sabemos es totalmente distinta. Y esto ocurre porque los politicos tienen sus fondos y prevendas asignadas (todo atado y bien atado), mientras que los ciudadanos de a pie dependemos del día a día.

Futuro incierto, cada vez más negro.