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viernes, 26 de septiembre de 2008

La complicidad entre el poder político y empresarial en España impide que se depuren responsabilidades por malas prácticas

Creo que en este artículo estraido de la web Minuto Digital expone a grandes rasgos la unión entre la política y la economía. Capitalismo engloba todo y a todos, es un gran mostruo que se alimenta poco a poco de nosotros, nuestras vidas y nuestros paises hasta que perdamos la vida y la Tierra se destruya.
Estamo a tiempo de parar esto y buscar nuevas alternativas.
En nuestras manos.

Muchas veces desde MD denunciamos que el 11-S provocó en EE.UU. una revisión a fondo de sus organismos de seguridad y protocolos de coordinación, además de depurar responsabilidades personales por los fallos que posibilitaron el atentado. En España el 11-M sólo ha desatado una batalla política, sin que nadie se haya preocupado de depurar esas mismas responsabilidades, de las cuales al otro lado del Atlántico, sí se preocupan. La chapuza del 11-M, en cuya trama todos los cuerpos de seguridad españoles tenían confidentes, pero ninguno se enteró de nada, no parece que sea motivo de reflexión alguna.

En lo económico ocurre otro tanto de lo mismo. No es de extrañar en un país como España, donde la cultura empresarial se basa en la teoría del pelotazo y se reduce en muchas ocasiones, cuando hablamos del gran capital, a esperar los favores de poder político de turno para montar el negocio a su medida. En EE.UU. la cosa cambia. El FBI están investigando a las grandes empresas involucradas en el gran fiasco financiero y a sus directivos. Hay 26 casos con indicios de fraude corporativo relacionado con el derrumbe de la industria debido a la masiva deuda vinculada con las hipotecas. La investigación se centra en saber si cualquiera de dichas instituciones financieras ha falsificado sus activos y en las decisiones que han ido tomando sus directivos.

Fannie Mae y Freddie Mac son las mayores empresas hipotecarias de EE.UU. y para el plan de rescate de cada una de esas compañías el Gobierno ha asignado 100.000 millones de dólares. Para AIG, la Reserva Federal anunció un paquete de 85.000 millones para impedir su bancarrota y asumió el control del 80 por ciento de sus operaciones. Lehman Brothers se declaró en quiebra.

En España una investigación de ese calibre sería impensable. Las connivencias entre la clase política y el gran capital son demasiado, digamos, intimas. Por ejemplo, ¿Qué diría un informe policial sobre las malas o buenas prácticas empresariales de FADESA, si resulta que es cierto el rumor de que la constructora espero a después de las elecciones para declararse en concurso de acreedores debido a la supuesta promesa de un crédito ICO por parte del gobierno?

Extraído de la web http://www.minutodigital.com/actualidad2/2008/09/24/la-complicidad-entre-el-poder-politico-y-empresarial-en-espana-impide-que-se-depuren-responsabilidades-por-malas-practicas/

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